19 de octubre de 2011

Cuidados que debe tener el medium que incorpora Exu -


En lo social, Umbanda no prohíbe a sus creyentes fumar, bailar, beber con moderación etc., porque se basa en la premisa, que DIOS entrego "graciosamente" sus enseñanzas, bendiciéndonos con todos los elementos que la maravillosa naturaleza posee, encomendándonos cuidar con amor ese patrimonio y servirnos de él en la medida de nuestras necesidades terrenales. 
 
Y en ésta cosas del ser libres, suele pasar que algunas personas se valgan de Exu, utilizándolo para practicas maléficas, cosa que aprovechan muy bien otras religiones, para meternos a todos en la misma bolsa. Pero como decía anteriormente, inexorablemente, por la ley de acción y reacción, mas tarde o más temprano, aquellos que utilizan a nuestros amados Exu para fines espurios, más tarde o más temprano, pagarán sus deudas kármicas. 

La importancia del tratamiento a los Exu es fundamental, porque cuando un Umbandista ofrenda a Exu, le está pidiendo que las pruebas a soportar en la vida, no le sean tan excesivas . Y nadie mejor que ellos, si son tratados con el respeto y cariño que se merecen, para encontrar las soluciones que se ajusten a nuestras necesidades, limpiando el camino que nos permitirá transitar una mejor calidad de vida. Algo que podemos conseguir, simplemente encendiendo una vela en su honor. 

Ser médium de incorporación dentro de la Ley de Umbanda, no es sólo hacer obligación una vez por año, o asistir a algunas Giras de Exu . Para llevar bien altas las banderas de la religión es primordial estar siempre conectados con su esencia, respetar las tradiciones y jamás olvidar que nuestro cuerpo y mente, son la morada de los espíritus que convocamos. Por consiguiente, el médium que recibe a Exu deberá purificar su cuerpo antes de la incorporación comiendo muy liviano, no ingiriendo bebidas alcohólicas y abstenerse de sexo veinticuatro horas antes de su incorporación. Su materia, es el vehículo de unión y como tal, tiene que ser tratado como un santuario y conservado en perfectas condiciones de pulcritud. 


El pensamiento del médium debe estar limpio de envidias, agresiones, soberbias y egoísmos. Jamás la vulgaridad podrá comprender lo sublime, razón, por la que el practicante necesita trabajar permanentemente en su actitud personal, ser recto, comprensivo y dedicado al servicio de ayudar a sus hermanos, olvidando muchas veces sus propias necesidades. Todo buen Umbandista se desprenderá de las mezquindades humanas, emulando a las entidades, que siendo tan superiores, cuando nos ocupan, obsequian su caridad, con humildad y respeto y son tan prudentes en sus lecciones, que hasta las imparten de un modo indirecto dejándole el mérito a quien las aplica. 

Las Primeras Incorporaciones
El miedo a lo desconocido suele ser el más injusto de los consejeros y anula la posibilidad de actuar adecuadamente. Por tal razón, cuando el médium aún no tiene claro los conceptos, es posible que en medio de una gira, su ansiedad lo lleve a cometer incorrecciones y consciente o inconscientemente fuerce esa incorporación olvidando que, un espíritu en sus primeras manifestaciones es como un bebe dando los primeros pasos. Si ya decidiera saludar, beber, hablar etc., no nos cabe mas que pensar que es la materia la que está  sicopateando.

Son entonces las sesiones de desarrollo, las que posibilitan al alumno a recibir correctamente esa manifestación energética. En ellas, se prepara a la persona que integra una corriente mediumnica a perder miedos y vanidades. Son las cualidades morales del médium las que alejan a los espíritus obsesores. Fingir o teatralizar hace que el verdadero ser de luz atrase su llegada. Y es plausible, que la verdadera corriente energética que el médium desestimó al dejar volar su fantasía, entre en rebeldía contra la materia haciéndolo trastabillar o caer, como un modo de expresar que esa persona debe ser mejor adoctrinada. 

Cuando se dan estas situaciones, es obligación del ministro religioso, enseñar, tanto al médium a controlar su ansiedad, como a ese espíritu, a adaptarse a la materia que haya elegido para comunicarse con la tierra, mientras juntos van creciendo y desarrollando su potencial, para cumplir con la misión que a cada uno le compete.



Fuentes Consultadas
Jose Maria Lemos
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