4 de diciembre de 2011

- No hay Peligro en Mirar hacia Adentro -

El Cuerpo no me funciona

Me duele, me sangra, me molesta, se me tuerce, se me hincha, me arde, envejece, es una ruina...
Mas cualquier otra queja que a usted se le ocurra.

Mis Relaciones no funcionan

Son sofocantes, exigentes, no están nunca, no me apoyan, siempre están criticándome, no me quieren, jamas me dejan tranquilo, están todo el tiempo metiéndose conmigo, no se preocupan por mi, jamas me escuchan, etc. Mas cualquier otra queja que a usted se le ocurra.

Mis Finanzas no funcionan

Mis ingresos son insuficientes, irregulares, no me bastan, el dinero se me va mas rápido de lo que entra, no me alcanza para pagar las cuentas, se me escurre entre los dedos, etc.
Mas cualquier otra queja que a usted se le ocurra.

Mi Vida no Funciona

Jamas consigo hacer lo que quiero. No puedo contentar a nadie. No se lo que quiero. Nunca me queda tiempo para mi.
Mis necesidades y deseos siempre quedan postergados.
Si hago esto no es mas que por complacernos. No soy mas que un felpudo.
A nadie le importa lo que yo quiero. No tengo talento. No soy capaz de hacer nada nada bien. No hago mas que postergar decisiones.
A mi nada me sale bien, etc.
Mas cualquier otra queja que a usted se le ocurra. He oído todas estas y muchas mas.
Esas quejas no son mas que el efecto externo de formas de pensar, que son internas.
Por debajo de las pautas internas del pensamiento se oculta otra pauta, mas profunda y mas fundamental, que es la base de todos los efectos externos.
Observo la postura corporal y los movimientos faciales, pero sobre todo, escucho lo que realmente dicen y como lo dicen.
Las ideas y las palabras crean nuestras experiencias futuras.
Mientras las escucho, puedo entender facilmente porque esas personas tienen precisamente esos problemas.
Las palabras que pronunciamos son indicadores de lo que interiormente pensamos.
A veces, las palabras que usan no cuadran con las experiencias que describen.
Entonces se advierte que no esta en contacto con lo que realmente sucede, o que están mintiendo, una de dos.
Y cualquiera de las alternativas es un punto de partida, y nos proporciona una base desde la cual comenzar.

Ejercicios


Se trata de hacer una lista de cinco o seis maneras de terminar una oración.
Hay personas a quienes se les hace difícil empezar, y otras que tienen tantas cosas para escribís que se les hace difícil detenerse.
Después irán leyendo las frases una a una, comenzando cada oración con un "Debería", y a medida que las van leyendo, les pregunto "¿Por que?".
Las respuestas obtenidas son interesantes y reveladoras, como las siguientes:
  • Porque me lo dijo mi madre.
  • Porque me daría miedo no hacerlo.
  • Porque tengo que ser perfecto.
  • Bueno, es lo que tiene que hacer todo el mundo.
  • Porque soy demasiado perezoso, demasiado alto, demasiado bajo, demasiado gordo, etc.
Esas respuestas me enseñan cual es el punto en el que están atascados en sus creencias, y cuales creen que son sus limitaciones.
Cuando han terminado con la lista, les hablo de la palabra "debería".
Creo que "debería" es una de las palabras mas dañinas de nuestro lenguaje.
Cada vez que la usamos estamos de hecho, hablando de una "equivocacion".
Decimos que estamos equivocados, o que lo estuvimos o que lo estaremos. No creo que necesitemos mas equivocaciones en nuestra vida.
Lo que necesitamos es tener mas libertad de elección. A mi me gustaría hacer desaparecer para siempre se nuestro vocabulario la palabra "debería" y reemplazarla por "podría".
"Podría" nos permite una opción, y nunca nos equivocamos.
Después pido que se vuelva a leer la lista, pero que esta vez empiecen cada oración diciendo: "Si realmente quisiera, podría...". Eso arroja sobre el tema una luz completamente nueva.
También aquí podemos oír respuestas reveladoras:

  • Porque no quiero.
  • Tengo miedo.
  • No se como.
  • Porque no sirvo para nada. Etc.
Con frecuencia nos encontramos con gente que se reprochan desde hace años algo que, para empezar, jamas quisieron hacer.
O que se critican por no hacer algo que en realidad no fue idea de ellas, sino de otra persona que alguna vez les dijo que "deberían".
Cuando se dan cuenta de eso, ya pueden ir borrando aquello de su "lista de deberías", ¡y con que alivio!.

Fijense en toda la gente que durante años intenta estudiar una carrera que ni siquiera les gusta, solo porque los padres les dijeron deberían ser dentistas o abogados.
Cuantas veces nos hemos sentido inferiores porque cuando eramos niños nos dijeron que deberíamos ser mas despiertos o mas creativos como el tío cual o la prima tal.
¿Que tiene usted en su "lista de deberías" que ya podría ir borrando con sensacion de alivio?

Después de pasar revista a esta breve enumeración, empezamos a considerar nuestra vida desde un ángulo diferente.
Cuando somos pequeños, de las reacciones de los adultos que nos rodean aprendemos nuestras creencias y nuestros sentimientos hacia nosotros mismos y hacia la vida.
Sean cuales fueren esas creencias, al crecer las reditaremos como experiencias.
Sin embargo, se trata solamente de formas de pensar, y el momento de pensar, y el momento de poder es siempre el presente.
Los cambios se pueden iniciar en este mismo momento.



Fuentes Consultadas
Editorial Urano