La línea de los Niños (también conocidos como Erés, Crianzas o Ibejís en otro idioma), cuyos miembros bajan en los centros de Umbanda, es de todas la más misteriosa.
Estos espíritus infantiles nos sorprenden por la ternura, inocencia, cariño y amor que vibran cuando bajan en sus médiums.
El arquetipo no fue provisto por el lado material de la vida, pues un niño con sus 7, 8 o 9 años de edad, por más inteligente que sea, no está apta intelectualmente a orientar adultos atormentados por profundos desequilibrios en el espíritu o en su vida material.
Quien proveyó el arquetipo fueron los seres denominados “encantados de la naturaleza”.
Esta línea no fue basada en espíritus de niños que desencarnaron, y sí en niños encantados por encantadoras naturales de misterios regidos por los sagrados Orixás.
El arquetipo se fundamentó en los espíritus aún infantiles regidos por las madres Orixás, encantadas de la naturaleza en su lado espiritual y los amparan hasta que crezcan y alcancen un nuevo eslabón evolutivo, ya como espíritus naturales.
La presencia de estos espíritus infantiles es tan marcante que mudan el ambiente en poco tiempo, relajando a todos los que se encuentren alrededor de él.
Todo arquetipo solo es verdadero si estuviera fundamentado en algo pre-existente.
Y en caso de que no sepan, hay dimensiones enteras habitadas solo por espíritus en este eslabón evolutivo conocido, en el lado oculto de la vida, como “eslabón encantado”.Fuentes Consultadas
Umbanda Sagrada
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