Despierta: Desarrolla la Sensibilidad.
Enfermedades: Problemas Intestinales, mala digestión, enfermedades de la Vista.
Colocacion: Estomago y zonas Afectadas.
Gemas De Apoyo: Cuarzo Claro, Cuarzo Citrino y Rubí.
Zodiaco: Cáncer.
Generalmente se la suele encontrar en agua salada, sin embargo existen ejemplares de agua dulce que producen perlas nacaradas de gran belleza.
La composición química de la perla es la misma que recubre el caparazón interior de la ostra, carbonato cálcico, sustancias agregadas por el animal, que al secarse se transforman en un compuesto de gran consistencia con bellísimos colores opalinos que van desde el blanco, gris y negro, pasando por tonalidades amarillas, rosa azulado y verdoso.
Se estima que la vida de la perla alcanza de 100 a 150 años debido a su composición orgánica. Existen las llamadas perlas cultivadas.
En la antigüedad, los chinos utilizaban el polvo de perlas diluido en agua para los dolores estomacales.
Los romanos la empleaban para ataques epilépticos y síncopes.
En Persia se la recomendaba para contrarrestar enfermedades oculares como el glaucoma, conjuntivitis, cataratas, para blanquear dientes y curar las caries.
En la era cristiana, la perla era el símbolo de la pureza, la humildad y la consagración a Dios.
En Asia se la utilizaba como talismán para favorecer la fecundidad.
En la gemoterapia moderna, la perla está relacionada con la Luna, por lo tanto, con la femeneidad, el desarrollo interno, la sensibilidad emocional.
La Perla blanca es la más utilizada, ya que favorece la armonización del cuerpo espiritual con el cuerpo etéreo y el cuerpo emocional.
La Perla es el símbolo de la amabilidad, de la lealtad, y de la justicia.
Tiene el poder de absorber la energía negativa y generar sensación de paz.
Simboliza la inocencia, la pureza y la modestia.
Está indicada para personas que padecen miedos, angustias, y también para afecciones oculares.
Se utiliza sobre el chakra pineal para elevarnos espiritualmente.
