27 de junio de 2013
Plantas Medicinales - Algodonero (Gossypium Herbaceum)
El algodonero es una planta herbácea por todos
conocida, ya que la fibra que se extrae de él se emplea corrientemente como material de cura, además de en otras muchas aplicaciones como luego veremos.
En España el algodón no suele durar más de una temporada: se siembra en primavera y muere en invierno.
Tiene hojas grandes, de nervadura palmeada,
divididas en cinco gajos las inferiores y en tres las superiores.
Las flores nacen de una en una en las axilas de las hojas, que aparecen sostenidas por su cabillo.
Es una planta originaria de Oriente y actualmente muy extendida por toda la Península.
Florece en verano y otoño.
De la recolección con fines medicinales interesan los filamentos de las semillas -lo que vulgarmente conocemos con el nombre de algodón.
Este algodón se encuentra rodeando a las semillas dentro de un fruto con forma de cápsula ovoide y dividido en tres cavidades.
Los filamentos de las semillas de algodonero están constituidos casi exclusivamente por celulosa (aproximadamente en un 95%), con una pequeña capa de grasas y ceras, junto con ácidos grasos como el palmítico, esteárico y pectínico.
En las semillas encontramos una cantidad importante de aceite y otros compuestos de menor interés.
Las fibras del algodonero, convenientemente preparadas -esto es, limpias y desengrasadas- tienen la virtud de absorber rápidamente grandes cantidades de agua.
Por esto se le llama algodón hidrófilo.
Esta fibra se utiliza mucho como material de cura, hasta el punto de haber sustituido a otros tejidos usados en otros tiempos.
Hoy en día se puede encontrar algodón en cualquier botiquín casero, para curar cualquier pequeña herida.
En hospitales también se usa mucho como material de cirugía.
De las semillas de algodonero se extrae un extracto que aumenta la producción de leche de las vacas, si se suministra diariamente.
Con este mismo fin se da a la mujer lactante, en menores cantidades.
Otro componente del aceite del algodón, la diastasa proteolítica, se utiliza como potente antihelmíntico, aunque hay que administrarla siguiendo unas pautas concretas.
De hecho, se utiliza mucho en casos de personas que no toleran la corteza de raíz de granado o el helecho macho.
El algodón se aplica de forma tópica sobre cualquier herida, bien solo o empapado en una sustancia antiséptica.
Conviene tenerlo guardado en lugar seco y a ser posible en frascos herméticos para que no se alteren sus propiedades.
Se puede adquirir con las debidas garantías sanitarias en cualquier oficina de farmacia.
Normalmente existe en dos presentaciones
Enrollado o en zigzag, siendo ambas igualmente válidas como material de cura.
Absorbente. Galactógeno. Antihelmíntico