Como todos sabemos
Omolú es quien reina en los cementerios, pero dentro de los cementerios, existen por especificarlo de alguna manera, el “Plano” de los espíritus de la calunga; esto no quiere decir que sean condiciones espirituales distintas; sino que dentro de la línea de las almas se encuentra este Plano o Línea, no importa como la queramos especificar, la divergencia está en la diferente vibración que tienen y las distintas funciones que a cada uno les corresponden, estos espíritus de la calunga trabajan bajo las órdenes del
Exú Calunga.
Si bien el
Exú Calunga está bajo las órdenes del
Exú Rey.
Este poderoso exú junto con los 18 grandes exús que él comanda, cumplen sus funciones como los espíritus de la calunga, que es la de cuidar y proteger a los recién desencarnados, para que en el momento de la descomposición del cuerpo, el espíritu no se sienta tan turbado, estos exús cuidan los recién desencarnados, ayudándolos a pasar por los diferentes estados del plano astral, teniendo en cuenta las acciones buenas y malas que estos en su vida hubiesen realizado mientras estuvieron encarnados.
Son los que están en el primer momento de la deseencarnación, cuando el cordón de plata (es la conexión del espíritu con el cuerpo físico) se rompe y la vida física termina, estos exús son quienes lo acompañan e intentan hacer que el espíritu se dé cuenta de su nueva condición.
Para quienes no están familiarizados con este tema, el cordón de plata es denominado de esta forma porque bajo la visión espiritual, se lo ve como un cordón de varios centímetros de espesor, según sea la vitalidad y la salud de la persona y que por medio suyo éste liga o conecta al cuerpo astral con el físico, la apariencia plateada es debida al pasaje de energía vital de un vehículo a otro, y que por medio de una mejor definición se lo denomina plateado.
Algunos estudiosos del tema afirman que este tiene su conexión en la cabeza, según nosotros este cordón tiene en primer lugar su conexión en el corazón, que es donde se aloja el átomo simiente, éste átomo simiente tiene su inicio en el momento en que el hombre encarno en la Tierra, hace millones de años y fue grabando su evolución, es el que tiene el registro de todas nuestras vidas, y se aloja en el corazón, luego el cordón sigue su camino hacia el hígado energizándolo, para seguir su camino hacia el bazo esplénico vitalizándolo a este también, y luego ascender hacia la cabeza por donde sale.
Hay un fenómeno muy común, que es cuándo la persona está dormida y es despertada violentamente o por algún ruido fuerte, la persona tiene la impresión como si fuera golpeada por un ruido perecido a una chapa, como un clac, que retumba en su cabeza, y su corazón late con fuerza como si quisiera salir del pecho, esto se debe a que el doble etérico entro de golpe por la retracción violenta del cordón plateado causando ese efecto.
Otro de los fenómenos que se da, es cuándo estamos dormidos sentimos que flotamos o volamos y de repente somos arrastrados hacia atrás con fuerza.
Todos estos efectos los causa este cordón, cuándo le persona muere y su corazón se detiene, el cordón de plata se desprende del corazón arrastrando consigo al átomo simiente y los demás vehículos.
Por un tiempo el espíritu queda como en un estado de somnolencia repasando toda su vida, pero en este caso desde el momento de su muerte hasta su nacimiento, sin dejar pasar ningún detalle de su vida, es como si estuviera viendo una película de su propia vida de atrás hacia delante, ningún detalle quedará sin ser visto y revisado.
¿Por qué sucede esto? es para que el espíritu recién descarnado pueda así asimilar lo aprendido en la vida, las acciones buenas, honestas, serán por decirlo de alguna forma guardadas en la conciencia espiritual, que es eterna y es el átomo simiente quien realiza esa tarea, los errores de la vida, las malas acciones o todo lo que pudiese haber sido consecuencia de que su peri-espíritu pudiese haber sido impregnado con materias groseras, pesadas o de baja vibración, pasaran a formar parte de la futura reencarnación del espíritu para la corrección de los errores cometidos.
Esta es la condición del karma, es por ese motivo que no hay que llorar a los muertos en los velorios y entierros, porque el espíritu tiene que estar lo más tranquilo posible para poder revisar todo su pasaje por la vida y así asimilar lo aprendido,
“cosecharas tu siembra” si se turba ese momento, el espíritu puede desconcentrarse y perder esa valiosa información que tanto le costó aprender en la Tierra.
Los exús de la calunga son entonces los encargados de acompañar al espíritu en ese crucial momento, también hay que tener cuidado de que el cuerpo no sea quemado por lo menos de 3 a 7 días después de fallecer, si es voluntad del occiso se debería esperar ese tiempo, porque es el tiempo que necesita el espíritu para revisar su vida, eso depende de la evolución lograda, porque si se quema antes éste no tiene tiempo de hacer la revisión y su pasaje en la Tierra podría ser en vano.
Cuando el cuerpo está en el cementerio, este está reposando en la tumba, su cuerpo astral quedara flotando cerca de ella, descomponiéndose y desintegrándose al mismo tiempo que el físico, es ahí que los
exús de la calunga se hacen cargo, por que decimos y hacemos hincapié en las buenas acciones, porque cuando el doble etérico está en ese proceso y si esta con demasiadas partículas pesadas, este magnetismo negativo, puede ser usado como vehículo por aquellos espíritus inferiores, viciosos, quiumbas, o los espíritus de aquellos magos negros desencarnados.
Este cuerpo astral es como un cascaron vacío, estos lo usan introduciéndose en él, para de esa forma reducir su vibración y de esta manera poder pasar o tener influencia en el mundo físico, si no sería imposible que los espíritus se pudiesen manifestar en este plano.
Aquellas personas que buscan en los cementerios, poder condensar algún de estos fluido bajo para cometer cualquier acto contra sus semejantes, son engañados por estos espíritus (viciosos, quiumbas, magos negros, etc.) los cuales saben cómo condensar este tipo de energía y así poder concretar su cometido.
Pero en este último caso y gracias a Dios, hoy en día ya hay muy pocas personas que lo saben hacer y por lo tanto, la gran mayoría de estos personajes lo único que hacen son rituales ridículos y sin ningún efecto alguno.
Las únicas formas posible son: por medio de la mediúmnidad (por medio del ectoplasma del médium), por el ectoplasma de las personas comunes (si emanan el suficiente para que estos pudiesen manejarlos) y los cascarones vacíos de los desencarnados, por lo tanto los exús de la calunga son los encargados de proteger este cuerpo astral.
Ellos tienen a su cargo esta importantísima misión, como podríamos pensar que ellos son demonios, quienes aseveran esto, en realidad no tienen ni la menor idea de lo que dicen y son éstos los culpables por su ignorancia o conveniencia los que tergiversan el culto de Kimbanda.
Es entonces que los
exús de la calunga son los responsables del cuidado del cuerpo astral para que no pueda ser usados por estos espíritus malignos, como tampoco aquellos magos que recorren los cementerios con el fin de poder condensar estos fluidos conocidos como tonus-vitalis para fines malignos.
Con referencia a este tema, en metafísica, como en nuestro Terreiro, y en la doctrina Kardecista, a este fluido se lo conoce con el nombre de
“tonus-vitalis”, quien sabe manipular este tonus-vitalis, puede condensar los fluidos de aquellos desencarnados, para así poder formar una forma elemental o cascarón vacío, para que algún espíritu inferior pueda reducir su vibración, y poder ejercer algún tipo de influencia maligna a su víctima, es por eso que se acostumbra a arrojar tierra de cementerio en las casas, locales de trabajos, y todo tipo de objetos que hubiesen estado en el cementerio, por estar estos impregnados de éste fluido “tonus-vitalis”, cuando se lo observa bajo la clarividencia, se lo ve de un color grisáceo, pero es difícil de definirlo desde el punto de vista de la visión física, porque es como si se lo viera gris incandescente o brillante, realmente no hay palabras dentro de nuestro lenguaje, porque la cromática de los colores espirituales escapan a cualquier descripción física.
De esta forma se trabaja en magia negra.