Seth, cuyo nombre egipcio era Suti, es uno de los dioses del panteón egipcio más antiguos y complejos.
Por otra parte, ha llegado a la cultura occidental con el estigma de ser el dios que con su maldad se ha hecho famoso debido al mito osiríaco, en el que representa el papel del malvado, causante de la muerte de su hermano Osiris.
En otros aspectos de las particularidades de Seth, hay que dejar constancia que no siempre representó y encarnó el mal.
En algunos momentos de la larga historia del Antiguo Egipto, gozó de fama y veneración, y queda demostrado por el hecho de que algunos faraones adoptaran su nombre en su homenaje, como es el caso del faraón Seti I o Menmaatre Setos I, faraón de la Dinastía XIX, hijo de Ramsés I, en el Imperio Nuevo.
Como se ha dicho anteriormente, su nombre egipcio fue Suti, y ostentó los títulos de Señor del desierto, El Rojo y El Adversario.
Como la gran mayoría de dioses egipcios, pudo tener algún animal asociado, pero probablemente de alguno extinguido.
Carece de símbolo particular, y es representado con la piel lívida y ojos y pelos rojos.
Fue hijo de Geb y de Nut y hermano de Isis, Osiris, Horus y Nephtis.
Su esposa fue su hermana Nephtis, y carece de descendencia.
Su función viene representada en su aspecto maléfico, y sería la de separar, secar y violentar.
En los aspectos positivos, viene a representar el complemento imprescindible de Horus, para la unión de los opuestos.
En un tiempo determinado se le consideró Patrón de la Guerra.
En algunos momentos de la historia, se le ha presentado con la figura de un cerdo negro.
La función de Seth: azar y desunión igual a injusticia
En un vetusto himno encontrado en unas excavaciones, un hombre se lamenta de porque él es feo y sufre enfermedades, tiene poca inteligencia, carece de talento y es pobre, y no le aman ni las mujeres ni los hombres.
Y al contrario su vecino es guapo, tiene buena salud, es inteligente y agraciado, tiene una gran fortuna y es estimado por todos.
Las preguntas y lamentaciones del infeliz, son igual de valiosas tanto en el pasado como en la actualidad, de la misma manera que en todas las culturas que han adornado al mundo.
Sin embargo, los antiguos egipcios respondían que la culpa era de Seth, que hacía que se percibiera separación, azar e injusticia, cuando en realidad el hecho de que ambos vecinos poseyeran tan diferentes características, y vivieran experiencias tan dispares, obedecía a un orden justo y equilibrado, sumido todo en un orden coherente, que todos por culpa del dios malvado, no podían percibir, hasta que se recurriera a la vía de la virtud y la sabiduría, para alcanzar la luz y lograr acceder a la verdad.
Esa era la tarea de Seth, su función primordial.
Provocar de manera continuada y constante, la percepción por parte del hombre del azar, la injusticia y la desunión, sin poder ver la realidad o el Maat, es decir el orden, la armonía y el equilibrio.
La insondable naturaleza de Seth
A Seth se le suele representar de manera indefinida, concretamente con forma humana y cabeza de animal. Sin embargo, existen muchas dudas respecto a qué animal en concreto se quiso representar.
En la oscura historia de su genealogía, se dice que nació de forma violenta del vientre de su madre, dejando de esta manera, muestras de su condición de enemigo.
Sin embargo, Seth era el dios principal y custodio del Alto Egipto, así como Horus lo era del Bajo Egipto. Según el mito, los dos dioses recibieron cada uno de su padre Geb, una parte de la tierra de Egipto, y reinaron en sus respectivos reinos, con sabiduría y justicia.
Después, cuando se unieron las Dos Tierras (Alto y Bajo Egipto), los dos dioses quedaron también unidos.
El diferente concepto religioso del Antiguo Egipto
El concepto de Seth representa al adversario.
En muchas religiones es característico de la figura del diablo, y de hecho, la palabra Satán, en hebreo significa literalmente adversario, lo mismo que en griego diábolos que viene a ser el que desune.
Pero los antiguos egipcios tenían un concepto del mal, muy distinto a la concepción judeo-cristiana, ya que para ellos lo negativo se resumía en la antítesis de Maat, que era el orden, la armonía y el equilibrio.
Se podía interpretar a Seth, como la representación del azar y la discordia, pero que invitaba al hombre a luchar contra esa concepción, buscando siempre el orden y la justicia, representados en la diosa Maat.
Esta, estaba presentada con forma humana y portando como tocado, una pluma de avestruz como símbolo de lo sutil y ligero. El objetivo del hombre, era salir de las tinieblas y llegar a la iluminación, fuera del azar y el enfrentamiento.
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