La Mala Suerte es probablemente una de las creencias folclóricas y supersticiosas más fuertes e imponentes en la sociedad mundial, pero ¿Realmente sabemos cuál es el origen y las causas de la mala suerte?, la verdad es que no existe una razón por la cual se tenga o no mala suerte, ni tampoco se conoce un orígen específico, de hecho, la mala suerte tiene varias interpretaciones; por un lado muchas gente toma a la mala suerte como una especie de excusa puesta por algunas personas que no desean progresar en la vida; al parecer, adjudicarse mala suerte es una de las mejores razones para no emprender proyectos ni tener ambiciones.
Por otro lado, se dice que la mala suerte es simplemente una circunstancia de la vida al azar, pero probablemente la teoría que más se ajusta a la hora de definir las causas por las cuales a una persona no le va bien en la vida es porque la mala suerte es considerada un consecuencia de nuestros actos pasados, algo así como el Karma.
Básicamente lo que esto nos dice es que las rachas de mala suerte de producen por algún acto egoísta o de maldad que hayamos tenido con alguien, por ejemplo, si en el trabajo intentamos boicotear a algún compañero, lo más seguro es que eso se nos vuelva en contra y todo lo que hacemos nos empiece a salir mal sin razón aparente; de la misma manera, si estafamos a alguien, es probable que en el futuro tengamos muchos problemas económicos.
Otro ejemplo no tan extremo pero si muy común es el caso de los estudiantes cuando hacen trampa en los exámenes, quizás esto los ayuda a pasarlos pero tarde o temprano comenzaran a atravesar lo que comúnmente se denomina como “Racha de mala suerte”.
Ahora bien, hay ciertas situaciones en donde es mucho más difícil determinar el por qué una persona está atravesando por una racha de mala suerte teniendo en cuenta que siempre ha guardado un comportamiento ejemplar; el hecho es que aquí es donde la ley del karma se cumple en toda su extensión: una persona que en esta vida se ha comportado muy bien y aún así la buena suerte no le sonríe, es probable que haya hecho mal en alguna de sus vidas pasadas, acabándose ésta mucho antes de que la persona pudiera pagar sus culpas.
De todos modos cada uno puede poner su propio criterio en esto y adoptar las razones que más le convenzan, lo cierto es que la mala suerte es algo a lo que todos estamos expuestos.
Supersticiones Que Acompañan la Mala Suerte
Siempre que se lo propone el ser humano puede ser muy creativo y ocurrente y esta es una regla que se aplica a la hora de crear elementos folclóricos de superstición a los cuales, aparentemente les tendríamos que tener terror.
Uno de los elementos más conocidos, atrayentes de la mala suerte son los gatos negros.
Esto tiene mucho que ver con el hecho de que en la época de la inquisición se creía que los gatos, al ser animales nocturnos, eran criaturas demoníacas, y en el caso específico de los gatos negros, ellos eran los fieles compañeros de las brujas y se le atribuían poderes que van mucho más allá de las capacidades humanas, por eso de dice que cruzar camino con un gato negro es de muy mala suerte.
Pasar por debajo de una escalera también es una invitación a que la mala suerte invada nuestras vidas, y el origen de esta creencia proviene de la antigüedad en donde se le tenía mucho miedo a los patíbulos (plataformas en donde se colgaba a la gente) y la única manera de acceder a ellos era mediante una escalera, y precisamente una vez llevada a cabo la ejecución, el cadáver colgaba por debajo de dicha escalera, es decir que si una persona pasaba por debajo de la misma se encontraría con el muerto colgando.
Derramar la sal en la mesa representa uno de los mayores errores que podemos cometer en nuestra vida; esto se debe a que en al antigua Grecia la sal tenía un fuerte poder simbólico, pero en la actualidad la creencia es que cuando se derrama la sal, el demonio se coloca detrás nuestro esperando que secundamos a las tentaciones; para contrarrestar este imán de mala suerte, se debe tomar un pizca de sal con la mano derecha y arrojarla por encima del hombro izquierda, de esta manera el demonio queda segado sin más remedio que regresar a su morada.
La mala suerte atraída por la rotura de un espejo es una de las supersticiones más impuestas en la sociedad; esto se debe a que se cree que el espejo es el reflejo de otra versión de nosotros mismos, y causarle algún tipo de daño representaría dañarnos a nosotros mismos.
Teniendo esto en cuenta podemos decir que la creencia en los siete años de mala suerte tiene su base en la teoría que dice que el cuerpo humano experimenta una serie de cambios es su constitución fisiológica cada siete años.
Abrir el paraguas dentro de una casa o una habitación tampoco nos ayudará a tener suerte en la vida. Esta creencia se debe a que los reyes orientales, solían utilizar el paraguas como una sombrilla para protegerse de los rayos del sol, y debido a su fuerte conexión con el astro que era considerado un Dios, abrir un paraguas o una sombrilla fuera de sus dominios (es decir en algún ambiente interior) se consideraba un sacrilegio.
Por último no queremos dejar de mencionar la gran superstición que rodea al martes 13.
En este caso existen muchas razones por las cuales se cree que el martes trece es uno de los grandes sinónimos de mala suerte, por ejemplo, quienes estaban en la última cena de Jesús eran 13; 13 es el número de los demonios y espíritus malignos de las leyendas nórdicas; según la misma tradición, en la cena de los dioses de Valhala, el espíritu del mal llamado Loki era el invitado número 13, y por otro lado, el martes se asocia con la sangre y la violencia debido a que en la mitología griega representa al Dios de la guerra.