Las letras, las imagenes y los números que los distinguen y los relacionan, corren sobre los raíles de la analogía, en el cielo con las estrellas y los planetas, en la tierra con las funciones, las experiencias, las etapas obligadas de toda existencia, las etapas obligadas de toda existencia: el nacimiento y la muerte, el principio y el fin, la acción y la espera, el triunfo y la caída, el amor y el odio, la felicidad y la tristeza, el estancamiento y el cambio, lo solido y lo fluctuante...
De la imagen propuesta por cada uno de los veintidós Arcanos Mayores se desprenden multitud de significados.
Como enseñan las sabias filosofías orientales, nada esta eternamente definido: todo cambia, se transforma, se modela en relación con lo que le rodea. Lo mismo sucede también con el tarot.
El sentido ultimo de un Arcano, no permanece rígidamente invariable, sino que se modifica según el sentido de la carta, su posición ( derecha o invertida), el lugar que ocupa en el juego y las relaciones que mantiene con tras cercanas.
Una vez mas, lo que dictan las reglas del juego es el símbolo.
Un arcano fuertemente positivo, si esta invertido, modifica toda su positividad en negatividad.
Pero si lo hace en el sentido del exceso, de la exasperacion - por ejemplo el valor del Arcano XI, la Fuerza, que invertido se convierte en temeridad, o el de la autoridad del Emperador, que se transforma en despotismo - o en el sentido de la carencia - como la inteligencia de la Emperatriz, que se convierte en falta de razonamiento, estupidez y error - solo pueden establecerlo las cartas cercanas, por las que, en cualquier caso, se ve influido el arcano en concreto.
No todas las cartas tienen la misma fuerza: hay algunas muy cargadas, como el Mago, la Papisa, la Emperatriz, el Emperador, la Rueda, la Fuerza, el Ahorcado y la Muerte, y también el Diablo, la Torre, el Sol, la Luna y el Juicio, que influyen en las cartas cercanas y por tanto subordinan a sus propios significados los de estas, sobre todo cuando se trata de arcanos menores o de los mayores mas débiles, es decir. el Papa, el Enamorado, el Carro, la Justicia, el Ermitaño, la Templanza, la Estrella y el Mundo.
Por esta razón se agruparan las definiciones simbólicas de los arcanos bajo la clasificacion genérica de positivo o negativo, que no debe confundirse con el sentido, derecho o invertido de la carta.
No obstante, si para las cartas definidas como "positivas", el sentido invertido determina en la mayoría de casos una disminución de la benignidad o incluso una inversión de polaridad, los arcanos considerados "negativos" como el Diablo, la Torre, la Luna y el Ahorcado se benefician en cambio de esta inversión, adoptando un matiz mas suave, las leve.
Del mismo modo un arcano favorable situado en posición contraria, por ejemplo en el lado del juego reservado a las dificultades, absorbe su contenido negativo, perdiendo gran parte de su benignidad, al igual que una carta "difícil", rodeada de hermanas benéficas, puede ver anulados o al menos limitados sus infaustos presagios.
La serie ordenada de los veintidós arcanos mayores parece constituir la realización gráfica y simbólica de este sistema de pensamiento.
Del Villano al Loco - en un camino iniciativo que partiendo de la creación llega al mundo de la perfección a través de diversas etapas - están resumidos todos los puntos cruciales de la existencia; un largo camino en el que las pruebas y las dificultades, consideradas la parte amarga de la vida, asumen, desde una perspectiva iniciatica, el sentido de la necesidad, con el fin de una continua superación y de una perpetua transformación interior.
Por ello, aun antes que naipes adivinatorios, las cartas del tarot son instrumentos de evolucion, maestros en lo que confiar para una censura o un consejo.
Los arcanos mayores representan las causas de los acontecimientos, los puntos de la fuerza, el camino a seguir o los peligros que evitar.
El como y el donde, el quien y el cuando, lo dirán luego los cincuenta y seis menores que completan la baraja y definen en sus mínimos detalles.
Fuentes Consultadas
El Lenguaje secreto del Tarot
Laura Tuan
Editorial De Vecchi
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