Yehuiah: Dios que conoce todas las cosas.
El Eterno conoce el pensamiento del hombre y sabe de su vanidad.
Yehuiah: Señor, he recorrido un largo camino del lado de la ley; he sido tu instrumento y me has manipulado a placer.
Plegaria Del Genio Numero Treinta Tres - Yehuiah -
Si es Tu Voluntad el que ahora conozca la perversidad de tu reino,
vela desde lo alto, Yehuiah, para que aprenda las lecciones que debo asimilar y no me extralimite en las atribuciones maléficas de que me has dotado.
Quiero moverme en el límite de tus exactos designios; quiero que mi incursión en la columna de las tinieblas sea un episodio, un interludio, un intermezzo, una distracción en la gran ópera de mi existencia.
Y una vez aprendidas las lecciones que tu voluntad me ha asignado, pido tu ayuda, Señor, para que pueda volver a la columna de la Luz y, ya en ella, pasar al pilar del centro, a fin de ser fundamento y base de tu esplendoroso universo.
Fechas adecuadas para la invocación del Genio Numero Treinta y Tres - Yehuiah -
Del 3 al 8 de Septiembre.
23 de Abril; 7 de Julio; 20 de Septiembre; 1 de Diciembre y 10 de Febrero.
Diariamente, de las 10.40 a las 11.00 horas a partir de la salida del Sol.
Exhorto Del Genio Numero Treinta y Tres - Yehuiah -
No estabas acostumbrado, peregrino, a moverte entre traidores, entre los que maquinan, los que
conspiran, los que derrocan.
Instalado en tu plaza fuerte del Bien, te veías halagado, estimado, festejado por la tierra y por el cielo.
¿Conservarás ahora tus virtudes?
¿Serás el ejemplo, peregrino, en esta sociedad en la que te he colocado?
Esta es tu prueba y desde lo alto contemplo tus tejes y manejes.
Alrededor de tí nada es sólido, porque una de las propiedades del Mal es la destruirse constantemente a sí mismo.
En esas arenas movedizas, ¿establecerás tu felicidad, tu mansión, tu célula familiar y social, como hacías antaño, cuando laborabas en las esferas de la legalidad? ¿o por el contrario, marcharás errante
en busca de la justicia perdida?
Si alzas la cabeza hacia arriba sabrás que todo es un juego.
Un juego reservado a los que, como tú, se encuentran en la última singladura humana, antes de conquistar la inmortalidad.
Desde lo alto te contemplo, peregrino, con inmenso amor, con inmensa ternura; con el alma divina en vilo, esperando, esperando...
que no te identifiques con ese esplendoroso océano de tinieblas.
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