La vorágine en que nos encontramos no es, en modo alguno, un estado de desesperanza y de permanencia en una tierra desolada e inespecífica; por el contrario, la Creación es el proceso de una metódica revelación, ayudado por el más importante de los símbolos de la Cábala, el Árbol de la Vida.
El Oráculo de la Cábala está basado en la Cábala y su símbolo central, el Árbol de la Vida.
Con más de 1.000 años de antigüedad, el Árbol de la Vida cabalístico es una versión estilizada del símbolo de Árbol de la Vida que se encuentra prácticamente en todas las culturas, desde los motivos tejidos en las alfombras orientales hasta los mástiles totémicos de los indios americanos o los cuentos de la mitología escandinava.
Para Cherry Gil Christ y Gila Zur en la Introducción al Oráculo de la Cábala, un oráculo proporciona el sistema para consultar una fuente de sabiduría y de conocimiento.
Es un mediador para nosotros en el mundo superior y el inferior, y entre nuestra vida personal y una presencia mayor que vive en el universo.
Este oráculo en particular está concebido no para darnos todas las respuestas, sino para ayudarnos a hacer las preguntas correctas, para que vislumbremos posibilidades y comprendamos cómo se desenvuelve la vida.
Del mismo modo, continúan Gil Christ y Zur , el Oráculo actúa como un canal mediador entre los dos mundos, el Árbol de la Vida es también una escalera cristalina que une los dos niveles de la existencia: el material y el espiritual. Los sabios y los buscadores han visto, a lo largo de los siglos, cómo estos símbolos nos ayudan para que podamos comprender la conexión entre lo sagrado y nuestra vivencia diaria.
El Oráculo de la Cábala surge del Árbol, utiliza sus sendas, sus esferas o “sefirot” y su filosofía.
Se enraíza en las veintidós letras del alfabeto hebreo, que están asociadas con el Árbol. Tanto el Oráculo como el Árbol se hallan estructurados de una forma elevada, porque, como todo místico profundo sabe, en nuestro mundo hay fundamento y un orden armónico.
En consideración de los creadores de este Oráculo, la adivinación puede proporcionarnos una nueva visión; puede ofrecernos bienestar e introspección y verdades ocultas.
Algunas veces, nos arroja luz sobre el futuro, pero no se utiliza exclusivamente para ese propósito.
Una plena y cabal perspectiva de nuestra circunstancia presente puede ser mucho más útil que una ojeada telescópica de lo que se encuentra en la lejanía.
Las Cartas
En el paquete hay catorce series de cuatro cartas.
Cada una de ellas es una “rueda” que está basada en un segmento del Árbol de la Vida.
Estas ruedas pueden relacionarse fácilmente con el Árbol, si bien su forma ha sido debidamente adaptada.
Cada rueda se ajusta a cuatro aspectos diferentes, cada uno de ellos con un nombre extraído de las combinaciones de letras hebreas en sus sendas más significativas; de este modo el aspecto de cada carta se halla asignado a uno de los cuatro elementos: tierra, agua, fuego y aire.
Estos elementos son parecidos a los de la astrología, en la que la tierra significa el nivel práctico y material; el agua es lo emocional y variable; el fuego es lo creativo y energizante; y el aire es lo intelectual y abstracto.
También puede verse como una vinculación a los cuatro mundos del Árbol de la Vida (mundo de Atziluth, mundo de Briah, el mundo de Yetzirah y mundo de Assiah).
Hay también una carta en blanco cuyo contenido es el de paralizar la lectura en el caso de que resulte inadecuado proseguir.
Las cartas del Oráculo de la Cábala vienen acompañadas de un libro que además de una excelente introducción, contiene un desarrollo sobre La Cábala y el Árbol de la Vida; Los orígenes del Oráculo; instrucciones para colocar y leer las cartas; una detallada explicación sobre cada carta con una introducción de las catorce ruedas; y una tabla con las letras hebreas del Árbol de la Vida.
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