17 de mayo de 2011

Factores De Dios -


Las dimensiones paralelas a la dimensión humana son muchas, y todas están dentro de un único grado magnético de la escala divina. Si son paralelas a la dimensión humana, es porque adoptamos la tierra como centro de nuestro universo físico. Si alguien supiere donde queda el centro del universo y como llegar hasta él, por favor, no hagan secreto de eso porque hasta los mentores espirituales desean saberlo! Al final el centro del universo para nosotros está en Dios.
Y si Dios está en nosotros y en nuestro planeta, entonces para nosotros aquí es el centro de “nuestro” universo y nuestro punto de referencia para conocerlo, entenderlo, explicarlo, ya a partir de nuestra capacidad intelectual “humana”.
Entonces vamos a profundizarnos en el misterio de la génesis que creó nuestro universo físico y sus muchas dimensiones de la vida, todas en paralelo unas con otras, y todas infinitas en sí, pues nadie consiguió hallar en inicio o el fin de ellas o de sus niveles vibratorios infinitos en sí mismos.

Sepan que una de las causas de la falta de religiosidad de las personas son las génesis “humanas” de la creación divina.
Ellas son limitadísimas y muy direccionadas para las cosas humanas y no retractan el origen de las cosas sino a partir de hechos espantosos o imaginarios.
Pero nosotros sabemos que la creación divina es simple porque Dios Se repite y Se multiplica todo el tiempo.
Al final, el origen de una piedra es la misma que una pedrera. La de un monte es la misma que una montaña. La de un árbol es la misma que la de una floresta. La de una molécula de agua es la misma que un océano, etc.
Si, porque el mismo magnetismo que unó el hidrógeno y el oxígeno, dando origen a una molécula de agua, es el responsable por la unión de muchas de ellas, que dieron origen a los océanos.

El mismo magnetismo actúa tanto en el micro cuanto en el macro, y tanto dio origen a una molécula de agua cuanto a un océano.
A este magnetismo nosotros damos el nombre de “Inmanencia Divina” o “factor agregador”.
Dios tiene dos rostros, uno es interno y es generador y otro es externo y es inmanente.
En su inmanencia, Él esta en todo lo que existe, pues si un átomo es minúsculo, no en tanto es la inmanencia divina que llamamos de “factor” agregador que lo hace ser como es y lo mantiene en equilibrio, que solamente es roto por la acción de una fuerza superior a la suya.
La misma inmanencia que da forma y estabilidad a un átomo da forma y estabilidad a nuestro sistema solar, a una constelación, galaxia, etc.

Esta inmanencia agrega, formaliza y estabiliza todas las cosas porque ella es agregadora. Ella es encontrada en nosotros en la propia forma de nuestro cuerpo carnal o espiritual. Pero, en un nivel inmaterial, nosotros la encontramos en las ideas, pues una idea apenas se completa si todos sus componentes se fueran agregando y formándola.
Para entender lo que queremos decir con “idea”, vamos a recurrir a un procedimiento banal como el acto de comer.
Si alguien nos invita a comer en su casa, inmediatamente nos ocurre que el acto de almorzar implica un horario, un comportamiento y la ingestión de los varios alimentos puestos a la mesa.
Esta es la idea que tenemos de un “almuerzo”.

Pero si alguien, nos invita a otro tipo de encuentro tendremos otra idea, ya que implicaría otros “procedimientos”.
Idea es esto: un conjunto de pensamientos que forman un todo que defina una cosa, un acto, una sustancia, etc.
La inmanencia va agregando los componentes y llegamos a un punto en que todo ya fue pensado, definido y formalizado. De ahí en adelante ya no precisamos repensar lo que sea el acto de almorzar o de otra de las situaciones, porque la idea que ya tenemos ya está formada en nuestra mente.
Inmanencia es magnetismo, que imanta las partes que forman una cosa definida por sí misma.


La inmanencia agrega sílabas dispersas y da forma, a un termino, una palabra, una idea que son inmateriales y pertenecen al campo del pensamiento. Y este tiene en el factor agregador la inmanencia que da forma a las cosas, las define y nos permite tener una idea definida de alguna cosa.
La inmanencia esta en todo, y de agregación en agregación, Dios creó todo los que existe.
Entonces, tenemos en la inmanencia divina un factor agregador o un “factor de Dios”.
La omnipresencia es otro “factor de Dios”, porque es la presencia de Él en todo lo que existe.


La omnisciencia es otro “factor de Dios”, pues si todo está en Él, entonces todo en Él tiene ciencia.
En resumen, los Factores de Dios son energías vivas y verdaderos códigos genéticos energéticos, pues son capaces de desencadenar procesos formadores de la naturaleza de los seres, de sus personalidades, de sus psiquismos (psique) más profundos, de sus emociones, de sus raciocinios y de su conciencia.




Fuentes Consultadas
Umbanda Sagrada

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