La Fuerza del Color
Los colores dentro de la línea de Oriente poseen una mágica energía que permite atraer una fuerza específica a quien los lleva, cuando son usados por los adeptos en las guías o collares rituales, constituyen una suerte de talismán dotado de poderes mágicos, atrayendo las ondas universales positivas hacia quienes las llevan.
El color representativo de la línea de Oriente es el Rojo y Amarillo para la línea de derecha, y el Rojo, Negro y Amarillo como correspondencia de los Exu.
Y dentro de ésta línea, cuando sus jefes pertenecen a los pueblos Gitanos, Arabes, Egipcios, Atlantes, Celtas, Hindues, Mayas, Toltecas, Galos, Romanos y Antiguos Pueblos Europeos; el color representativo es la combinación Rojo, Blanco y Amarillo .
Con respecto a los demás guías, no existe gran diferencia con las demás líneas, a saber:
Bara : Rojo
Bohiaderos: Rojo o Rojo y Azul
Ogun : Verde, Blanco y Rojo
Oya o Iansa : Rojo y Blanco, Naranja o Nueve Colores.
Xango : Blanco y Rojo o Marron
Crianzas o Ibeji: Rosa, Rosa y Blanco, Celeste y Rosa o Rosa Blanco y Celeste.
Caboclos : Verde
Pretos: Blanco y Negro
Bahianos: Amarillo y Negro.
Omulu o Yapana : Violeta
Oxum : Amarillo
Yemanya : Celeste Claro
Nana Buruku: Azul
Oxala: Blanco.
Colores y Velas Rituales del Pueblo de Oriente
En Umbanda la luz de las velas representa un punto de apoyo, un recurso de unión entre el plano terrestre y el espiritual. Ella acciona como una pequeña pila de linterna, como la batería de un automóvil o como un transformador eléctrico, una forma de energía utilizada por todas las religiones y la alta magia.
Las velas producen llama y fuego, siendo la concomitancia que unió al hombre con la luz. Esa llama que va elevándose hacia lo alto está presente en las ceremonias religiosas de toda civilización, simbolizando purificación y renovación.
Los umbandistas encendemos velas a nuestros guías espirituales como presente de luz y agradecimiento y los diferentes colores utilizados, clasifican la energía vibratoria del espíritu a invocar, por lo tanto, la iluminación con velas negras y rojas no son usadas para dañar, castigar o vengarse de enemigos. En ningún caso el color de la vela es inductor de maldades, una vela blanca, encendida por un inmoral puede hacer mucho más daño que una vela roja y negra, que encendida en un cuarto de Exu, servirá hasta para salvar una vida humana.
Con relación a las sanaciones energéticas, es común que la línea de Oriente combine ciertos colores considerados curativos con esencias, polvos, hierbas, aceites y perfumes, debido a que las vibraciones emitidas por determinados colores ayudan a curar ciertas enfermedades. Razón por la que dentro de ésta línea es frecuente el uso de las velas de siete colores o la utilización del color negro en trabajos específicos para la salud.
Cuando las velas son encendidas para actos puramente invocatorios, deben hacerse rodar en las manos mientras se realiza el pedido, para que de esa manera se impregnen con nuestra energía. Entonces, esa bio energía, actúa como soporte emocional para nuestra conexión con los guías espirituales.
Fuentes Consultadas
Maria Jose Juncal Lemos
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