Limpieza de las Piedras:
Lo primero que hay que hacer en cuanto llegue a nuestras manos un cristal o piedra es limpiarlo.
No se debe utilizar, ni siquiera llevar con nosotros, un cristal o piedra sin antes haberlo limpiado perfectamente dado a que esas piedras han pasado por muchas manos y lugares antes de llegar a nosotros y se han impregnado de todas esas energías que no sabemos si nos van a ser perjudiciales o no.
Esta limpieza primera se debe repetir de tanto en tanto para eliminar la carga de energía negativa tanto del ambiente como de nuestro cuerpo.
Limpiarlas no significa sacarles la suciedad o la tierra que presenten, sino liberarlas de toda vibración nociva que puedan portar.
Cualquier piedra tiene el poder de liberar a las personas de la negatividad, no importa el tamaño, por lo cual debe ser limpiada metódicamente para asegurar la máxima efectividad.
Antes de empezar a trabajar con una piedra, hay diferentes formas de limpiarlas:
Método sencillo:
1- Tomar la piedra con ambas manos y colocarla durante cinco minutos bajo el agua del grifo para que se purifiquen y descarguen de toda la energía negativa que puedan tener, mientras lo hace visualice un lago con aguas claras y perfume de pinos.
2- Ubicar la piedra en un recipiente (que no sea de plástico), coloque la pieza dentro del refrigerador durante toda la noche. El frío tiene un poderoso poder purificador.
Limpieza Psíquica:
Para aquellas personas que están entregadas al yoga o a la meditación, o quienes poseen grandes poderes de concentración, no les resultara difícil limpiar las piedras visualmente, ya que, con solo sostenerla entre ambas manos a imaginarse que la misma esta dentro del agua de un lago, por ejemplo, ya será suficiente pare la limpieza.
Por supuesto, esto se realizara después de haber desechado toda fuerza negativa.
Lo que hay que saber en materia de limpieza:
Se pueden limpiar varias piedras juntas al mismo tiempo y con los mismos métodos, a menos que sintamos la necesidad de algún tratamiento especial pare alguna piedra en particular.
Siempre que tengamos la intima convicción de que debemos alejar energías negativas, tendremos que ubicar nuestra piedra bajo el agua corriente fría durante cinco minutos. Es aconsejable una limpieza intensa después de algún desengaño serio.
Piedras tales como la turquesa, crisocola o pirita de sol, no deberían ser limpiadas con agua ya que son extremadamente porosas y se pueden quebrar muy fácilmente cuando quedan húmedas, en este caso se sugiere limpiarlas con un péndulo o en caso de usar agua secarlas al sol.
Las piedras con cortes elaborados como el diamante, requieren una limpieza especial; partiendo de la base que sostenemos que las piedras tienen energía propia, sostenemos que los procesos de corte son particularmente "dolorosos" para tales piedras y algunas veces conllevan a la perdida de energía. Para ayudarlas a recuperarse, debemos enterrarlas en la Madre Tierra por algunas semanas. Lo propio puede ser hecho con joyas antiguas ya que las mismas pueden verse generalmente afectadas por los posibles efectos negativos de sus previos dueños o de quienes la vistieron.
Cuando utilicemos cuarzo rosa o cristal de roca para balancear alguna habitación, los deberemos limpiar al menos tres veces por semana, dejando que corra sobre ellos agua fría, por no menos de cinco minutos cada vez.
La única piedra que no necesita obligatoriamente ser limpiada es la turmalina negra, ya que posee poderes de limpieza propios, pero aun así es recomendable limpiarla aunque no con tanta frecuencia.
Cualquier piedra "agradecerá" ser expuesta al sol ocasionalmente, por no mas de una hora (no olvidarla por largos periodos ya que se percudirá).
Como cargar las piedras:
Si trabajamos en forma continua con las piedras estas pueden ir perdiendo sus propiedades y contaminándose con el entorno por lo que es conveniente al menos una vez cada dos meses lavar las piedras con algunas de las formas antes mencionadas y luego de esto enterrar la piedra bajo un manto de tierra no demasiado profundo (de unos 4 o 5 centímetros aproximadamente).
Lo mismo da que la tierra esté en una maceta dentro de nuestra casa o en un campo, pero si es en un campo o jardín mejor.
Dejar las piedras durante más o menos una semana.
Pasado este tiempo estarán listas para ser usadas de nuevo y se habrán cargado nuevamente con toda la energía de la madre tierra.
Otra forma de energizar nuestros cristales es exponiéndolos unas horas, por lo menos, al sol.
También las drusas de cristal de Cuarzo Transparente son buenas conductoras de energía para otras piedras por lo que se pueden poner sobre ellas y así se cargaran de poder. Otra forma es tomando la gema con la mano derecha, acercándola a nuestro chakra corazón y así darle nuestra energía.
Debemos saber que los cristales tienen su propio lenguaje y tenemos que aprender a interpretar sus mensajes. Veras que cuando tengas tu piedra personal ya nunca podrás separarte de ella como ella tampoco se separara de ti, pronto conocerás sus secretos y te revelara su ciencia, prestándote su luz y resplandor para que puedas mejorar.
Sólo tienes que tener una apertura de espíritu y predisposición para captar su voz silenciosa.
Esfuérzate en conocer cada uno de tus cristales y piedras curativas hasta comprender cuál es su secreto. Tal vez no sea el mismo para ti que para los demás, ya que las piedras regulan su fuerza según la persona que las está utilizando. No solo tu la elegirás sino que ella te elegirá a ti también, poco a poco descubrirás que ese "objeto" que a simple vista puede parecer inanimado esta lleno de vida y energía que te llenara de poder.
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