Los Zorro fluyen en el tiempo con una energía generada por el amor.
Sus corazones son puros y sinceros, y son desde siempre seres serviciales y muy buenos anfitriones.
El problema que enfrentan es que a menudo pondrán al otro antes que ellos, y dejarán sus almas insatisfechas calladas hasta otro momento, porque ahora tienen que cumplir con los deseos de otro.
De cualquier forma esto resulta beneficioso a la larga; todo lo positivo que realicen les va a volver, y triplicado.
El universo está de su lado, y les brindará toda esa felicidad y aún más de la que saben producir en su prójimo.
Poseen una gran capacidad de entendimiento y empatía, y pueden sumirse en la forma de pensar de los demás sin grandes dificultades.
Cuando ve el sufrimiento de alguien más lo lamenta muy profundamente.
Y por eso querrán ayudar, pues saben lo mal que otro la está pasando.
No son muy simpatizantes de la falta de compromiso; son cautelosos y tradicionales, y desean una familia unida, con hijos y buenos trabajos estables que les permitan vivir bien sin preocupaciones.
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