4 de julio de 2013
Plantas Medicinales - Aliso (Alnus Glutinosa)
El aliso es un bonito árbol de la familia de las
betuláceas; en condiciones óptimas puede alcanzar
los 30 m. de altura y el siglo de edad.
En invierno queda completamente deshojado,
brotando las nuevas hojas durante la primavera, que son de tacto viscoso y color verde oscuro.
La corteza es parduzca y se muestra resquebrajada.
Es un árbol que se cría en zonas húmedas, pantanos, orillas de ríos y en los bosques frescos y sombreados.
En la Península es fácil encontrarlo por todo el
Pirineo y en las cordilleras septentrionales.
Asimismo no es raro verlo formando largas filas, bordeando caminos y sombreando parques y jardines.
El aliso florece en febrero, marzo y abril y sus frutos pequeños, reducidos y comprimidos maduran en septiembre y octubre.
Se recogen las hojas cuando son todavía jóvenes y algo viscosas, normalmente entre abril y mayo.
A veces también se recolecta la corteza, un poco antes que las hojas.
Las partes recolectadas se dejan secar a la sombra, a una temperatura que no sobrepase los 35-40ºC.
La corteza es muy rica en tanino, que en algunos casos ocupa hasta el 19%; también lleva en su composición ácidos grasos como el ácido palmítico y el ácido esteárico.
En cuanto a las hojas, poseen azúcares, alcoholes y ácidos.
Los taninos de la corteza le confieren un moderado efecto astringente, así como un efecto
descongestionante.
De las hojas cabe decir que han sido usadas como analgésico de acción local.
También es popular el remedio de aliso para sanar pies doloridos por el andar excesivo.
En general es una planta que está indicada en casos de diarrea, faringitis, hemorroides, úlceras, leucorrea y reumatismo.
Como casi siempre que se emplea cualquier remedio, hay que guardar las debidas precauciones con respecto a su utilización; en principio está contraindicado en personas que estén bajo tratamiento con algún alcaloide o con sales de hierro, porque pueden aparecer efectos tóxicos.
Hojas. Directamente puestas en la planta de los pies, con la materia viscosa en contacto con la piel.
Es un remedio casero para el dolor de pies.
Hojas machacadas. Directamente sobre los senos de la mujer se dice que cura las estrías.
Decocción para lavados. En 1/2 l. de agua se hierven durante 10 minutos 15 gr. de corteza.
Este líquido, una vez templado, se filtra y se puede utilizar para lavados de úlceras, llagas, heridas e incluso hemorroides.
Gargarismos. En 1 l. de agua se hierven 40 gr. de corteza; se deja enfriar, se cuela y una vez edulcorado al gusto de cada uno se hacen gargarismos, pudiéndose repetir la operación varias veces al día.
Resulta muy útil en casos de faringitis.
Antirreumático. Astringente. Antidiarreico
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