Los líquenes son organismos con una naturaleza doble: por un lado son hongos, y morfológicamente se pueden comparar con ellos.
Pero, si se examinan más a fondo, se puede comprobar que también están formados por un alga.
En definitiva, un liquen es una asociación simbiótica entre un alga y un hongo.
Tanto uno como otro dan lo mejor de sí para poder sobrevivir.
La especie de la que tratamos es un liquen ramificado, con numerosas y finas ramitas colgantes y de color blanquecino como los
pelos de una barba cana.
Se cría en las ramas de los árboles, principalmente en las de los alcornoques, encinas, robles, etc., de todo el país, más abundantemente en aquellas zonas más húmedas.
Los líquenes no tienen floración, ya que pertenecen a un grupo de plantas menos evolucionado.
Estos organismos poseen estructuras de reproducción sexual más primitivos, aunque no menos complejos.
Además, al ser una asociación de dos seres vivos, adquieren mecanismos de reproducción propios de ellos.
De la recolección interesa todo el liquen, pues lo que realmente vamos a utilizar con fines terapéuticos es un ácido: el ácido usnico, que se extrae a partir de él.
Se puede recoger durante todo el año, siempre que se encuentre disponible en su ecosistema natural.
Como comentábamos antes, el principio activo más interesante de este liquen es el ácido usnico.
Se pueden obtener rendimientos en este ácido de hasta el 4%, a partir de barba de capuchino
previamente desecada.
Este ácido tiene reconocidas propiedades como antibiótico.
En diversos estudios se ha demostrado muy eficaz frente a bacterias muy comunes.
Asimismo, se comprobó que la sal sódica de este ácido es más activa sobre las bacterias, incluso a dosis más bajas.
En algunas zonas de nuestra geografía utilizan sabiamente este liquen como antiséptico y secante de heridas y grietas de los pies.
Este uso experimental concuerda con el efecto antibiótico que posee, ampliamente demostrado.
Para concluir, es importante resaltar que la barba de capuchino ha sido confundida durante mucho tiempo con un musgo: se denominaba musgo de los árboles.
Pasaron muchos años hasta que se estableció la clasificación de los vegetales, y aun así algunos todavía seguían denominando musgo a este doble organismo.
Pero los musgos son auténticas plantas verdes, con clorofila, capaces de bastarse a sí mismos y totalmente independientes.
En cambio, en el liquen es necesaria esa asociación hongo-alga para sobrevivir, asociación en la que el hongo sale más beneficiado, permitiendo vivir al alga, aunque sea esclavizada.
En realidad, la única forma de administración usada popularmente es la aplicación directa del liquen sobre la piel dañada.
El ácido usnico empleado como antibiótico requiere de procesos tecnológicos complicados y por tanto está fuera de nuestro alcance.
Normalmente, este antibiótico se puede adquirir bajo prescripción médica en establecimientos
especializados.
Antibiótico. Antiséptico. Secante
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