El berro es una planta herbácea perenne, que puede alcanzar hasta 80 cm. de altura.
Los tallos son ascendentes, algo carnosos y huecos; en ellos se insertan hojas alternas de un color verde intenso.
En el ápice del tallo aparecen ramilletes de flores blancas.
Es una planta que requiere mucha humedad, por lo que no es difícil encontrarla en arroyos y fuentes de aguas no muy calcáreas.
Es originaria de Europa central y occidental y al ser una planta comestible no es difícil encontrarla por todo el mundo; en España se halla en toda la Península Ibérica y Baleares.
De uso terapéutico son las sumidades de los tallos, que han de recolectarse antes de la floración, que se produce hacia el mes de abril.
Una vez recogidas, se ponen a secar a la sombra y separadas de otras plantas, ya que es en este proceso cuando despiden un fuerte olor.
En medicina el berro se ha utilizado desde la antigüedad, aunque como existen varias especies parecidas no se sabe a ciencia cierta cuál de ellas era la que empleaban nuestros antepasados.
El sabor de esta planta es parecido al de la mostaza, aunque resulta menos fuerte al tener cierto regusto dulce.
Su etimología latina viene a significar algo así como "nariz torcida", aludiendo sin duda a que si el berro es muy picante -como suele suceder a menudo- hace torcer el gesto.
En la composición de sus partes aéreas aparece un glucósido, el gluconasturtósido, así como una esencia y una gran cantidad de vitaminas, como la A, C, D y E, siendo el ácido ascórbico -o vitamina C- el que se encuentra en mayor cantidad; de ahí su uso para combatir el escorbuto, enfermedad muy común que se debía antiguamente a una deficiencia en la dieta de vitamina C.
Está indicado en cualquier tipo de avitaminosis y además es estimulante del apetito, expectorante y ligeramente hipoglucemiante.
Como se suele tomar en ensaladas, hay que tener la precaución de limpiar bien la hierba antes de servirla en la mesa, ya que en sus hojas suelen habitar gran cantidad de parásitos.
Además, es más prudente consumirlo con moderación, pues en grandes dosis puede provocar irritación de la mucosa gástrica y renal.
Por último, el jugo fresco sirve para tratar determinadas afecciones de la piel, como eczemas y erupciones.
- Decocción. Se hierve a fuego lento durante 3 minutos un puñadito de hojas frescas; se filtra el líquido, se añade zumo de naranja, tomate, piña o limón y se bebe a lo largo del día.
- Encías. Para reforzar las encías y activar la salivación se mastican las hojas durante un rato, todos los días.
- Planta Fresca. Es la mejor manera de consumirlo, en ensalada, sólo o acompañado de otras verduras, pero siempre con moderación.
- Uso externo. El jugo fresco de berro, aplicado en forma de fricciones sobre el cuero cabelludo y mezclado con un poco de colonia, evita la caída del cabello, aunque esta aplicación también está en entredicho, como la de cualquier otro crecepelo.
Vitamínico. Antiescorbútico. Anticatarral
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu Comentario