La berza es una planta bienal o plurienal, lampiñay de un verde , con el tallo endurecido y casi leñoso al envejecer, de hojas grandes,
algo carnosas y borde más o menos dividido.
Las flores, grandes, amarillentas o blanquecinas, se sitúan en ramilletes terminales poco apretados.
Los frutos son de forma alargada, con vainillas rollizas y una vena en resalto a lo largo de cada cara, terminadas en un breve pico.
Las semillas son totalmente lisas y de color pardo.
Se cría silvestre por todas las costas atlánticas europeas, en Francia, Gran Bretaña, Irlanda, etc., así como en las mediterráneas.
También existe una variedad cultivada en huertas, ya que es una planta comestible muy sabrosa.
La berza florece desde marzo o abril en adelante.
Esta época varía mucho ya que son cientos las variedades cultivadas con fines comerciales; así existe la col o berza común, las coles gallegas, las serranas, las gitanas, verdes, rizadas, etc., de tallos más o menos prolongados y hojas sueltas, sin repollar; las de hojas abolladas, como la llanta y el bretón, que forman
un repollo poco apretado; también el repollo, en el que las hojas aplicadas unas sobre otras constituyen la cabeza de la col.
En definitiva, son muchas las variedades de esta exquisita planta y por tanto no se puede dar una época exacta de floración
La parte que interesa con fines medicinales -y que además es comestible- son las hojas de la planta fresca.
La berza contiene cantidades considerables de vitamina C, conocida también como ácido ascórbico.
Es asimismo bastante rica en azufre orgánico y ácido fosfórico y en las semillas podemos encontrar hasta una tercera parte de su peso en aceite, así como pequeñas cantidades de esencia.
Se usa principalmente contra el escorbuto, por la gran cantidad disponible de vitamina C en la planta fresca si se toma cruda.
El jugo extraído de la col machacando hojas recién cogidas y colando el zumo (previamente endulzado con azúcar) se estima que es un buen remedio contra los catarros bronquiales.
Asimismo, de forma externa, es un remedio eficaz como cicatrizante.
El hombre ha consumido berzas desde tiempos inmemoriales para sanar multitud de males.
Incluso los griegos le atribuyeron la virtud de aumentar la leche materna en la crianza de los bebés.
Entre los romanos era muy empleada como antídoto frente a sustancias tan conocidas como el alcohol.
Bastan estos ejemplos para confirmar que la berza ha sido, es y será no solo un recurrido remedio medicinal sino también un exquisito alimento con el que preparar infinidad de platos para todos los gustos.
- Zumo. Tal y como hemos comentado en el apartado anterior, el zumo fresco resulta una fuente inagotable de vitamina C.
- Uso externo. Las hojas frescas, previamente prensadas con un rodillo de amasar, se aplican directamente sobre las llagas, haciéndolas sanar rápidamente.
Antiescorbútico. Vulnerario. Cicatrizante
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