5 de agosto de 2014
Sueños Premoritorios -
En la editorial anterior de la Revista Crecimiento Interior reflexionamos sobre episodios reales en donde diferentes adivinas, o conocidas popularmente como "brujas", predijeron sucesos importantes que luego se hicieron realidad... nos preguntamos si podríamos creer que esto fuera cierto, que una persona fuera capaz de visualizar el futuro de otra...
En esta ocasión trataremos un tema similar: los sueños premonitorios.
Inspirados en un caso recientemente publicado en los diarios más importantes de Estados Unidos, y por supuesto de Argentina, nos introduciremos en el confuso mundo de los sueños.
Sueños que han sido objeto de infinidad de estudios por parte de neurólogos y científicos, y de múltiples teorías por parte de pensadores como Ernest Hartmann, Carl Jung o Sigmund Freud.
Sueños que ya en sí mismos resultan complejos... complejidad que se potencia cuando incorporamos el elemento de la premonición.
El caso real al que nos encontramos haciendo mención, trata de una estadounidense que, habiendo desaparecido en Washington por nueve días, fue hallada viva atrapada en su automóvil, el cual había caído a un barranco de más de cincuenta metros.
Pero lo más impresionante no es el hecho de que Laura Hatch haya permanecido con vida luego de quedar atrapada entre los hierros retorcidos de su auto, sin poder comer ni beber nada.
Lo más impactante fue la manera a través de la cual pudo ser rescatada.
El dato del paradero de Laura fue otorgado por la madre de una amiga quien, a través de un sueño, pudo ver el lugar exacto donde se encontraba la joven.
Obviamente que ante un sueño de estas características, lo normal es que las personas no suelan creer la veracidad del mismo, o incluso el propio soñante puede hacer caso omiso y considerarlo una simple creación de su imaginación.
Seguramente por ello, la mujer decidió ir personalmente con su automóvil al lugar que divisó mientras dormía. Y allí... en ese mismo punto... en una zona boscosa de difícil visualización... se encontraba el auto de Laura, y en su interior la joven atrapada.
Desde un punto de vista psicofisológico el sueño es un fenómeno que, motivado por nuestro instinto de conservación, permite que nuestro organismo se restaure y recupere energías.
Para un mejor análisis suele dividirse al sueño en diferentes etapas:
1) Predormir o somnolencia: es este primer pasaje del estado de vigilia al sueño, en donde la persona comienza a bostezar y el cuerpo se relaja muscularmente.
2) Dormir superficial: los párpados se cierran, las pupilas se contraen, los globos oculares se desplazan hacia atrás, disminuye la frecuencia cardiorrespiratoria, la presión arterial y la temperatura del cuerpo.
3) Dormir profundo: pueden aparecer movimientos bruscos y aumenta tanto la frecuencia cardiorrespiratoria como la presión arterial.
4) REM: disminuye el tono muscular y aparecen los movimientos oculares rápidos.
En esta fase se considera que se desarrolla el sueño propiamente dicho.
En la antigüedad los sueños eran considerados un fenómeno de procedencia extrahumana, siendo los "augures" los encargados de interpretarlos.
Estos sacerdotes formaban en Roma una importantísima corporación, y nada se hacía sin consultarlos previamente, eran venerados y gozaban de envidiables privilegios.
Pero no sólo interpretaban los sueños, su función principal era la de practicar oficialmente la adivinación por el canto y el vuelo de las aves.
En la Edad Media, el sueño podía ser castigado, considerándoselo pecaminoso o incluso se creía que su origen se debía a influencias demoníacas.
Desde la religión católica, la Biblia nos habla de diferentes sueños y premoniciones:
San José, esposo de María, tuvo numerosos sueños en los cuales recibió mensajes que fueron de gran importancia.
En su primer sueño supo que el hijo que esperaba María era obra del Espíritu Santo.
En su segundo sueño se le comunicó que Herodes buscaba al niño Jesús para matarlo, y que debido a ello debían huir a Egipto.
Luego en un sueño posterior supo que Herodes había muerto, por lo que podía retornar con tranquilidad a Nazaret.
La veneración del sagrado madero por parte de la Reina de Saba luego de una premonición que le permite advertir a Salomón que esa madera motivará el fin del reino judío.
Asustado Salomón intenta ocultar el madero sin conseguirlo, siendo utilizado posteriormente para la construcción de la cruz de Cristo.
En Italia, en la Capilla de los Scrovegni un fresco creado por Giotto di Bondone nos narra el "Sueño de Joaquín". Aquel sueño premonitorio en donde se le anuncia a San Joaquín su futura paternidad, como Dios le había prometido.
En el Génesis, 28, 10-16 puede leerse: "Llegado a cierto lugar, Jacob pasó allí la noche, porque ya se había puesto el sol.
Y tomando una de las piedras del lugar, se la piso por cabezal, y acostóse en aquel sitio. Y tuvo un sueño: he aquí una escalera que se apoyaba en la tierra, y cuya cima tocaba el cielo; y ángeles de Dios subían y bajaba por ella. Y sobre ella estaba Yahvé, que dijo: la tierra en la que estás acostado, te la daré a ti y a tu descendencia...".
El famoso sueño del faraón egipcio, interpretado exitosamente por José, hijo de Jacob: "en mi sueño parecíame que estaba de pie a la orilla del río, y he aquí que subían del río siete vacas gordas de carne y hermosas de aspecto... más he aquí que otras siete vacas subían detrás de ellas, delgadas, muy feas de parecer y flacas de carne... y las vacas feas y flacas devoraron a las siete vacas gordas... Vi también en mi sueño siete espigas que brotaban de una misma caña, gruesas y lozanas... mas tras ellas brotaban siete espigas secas, delgadas... y las siete espigas delgadas se tragaron a las siete espigas buenas...". José interpretó este sueño premonitorio como la sucesión en el reino del Faraón, de 7 años de abundancia, seguido de 7 años de escasez y hambre. Este hambre será tan grande que consumirá al país y se olvidarán de los años anteriores de abundancia. El faraón, en agradecimiento, nombró a José virrey de Egipto.
Otro caso de predicciones famosas a través de sueños es la de Michel de Notredame, más conocido como Nostradamus.
Nacido en 1503, se convirtió en un respetado médico, pero su fama internacional fue obtenida a través de sus conocidas profecías entre las que se encuentran: la revolución francesa, la llegada al poder de Napoleón, La Segunda Guerra Mundial, Hitler y la muerte de Kennedy. Nostradamus incluso predijo su muerte el 2 de Julio de 1566.
Posteriormente, el Psicoanálisis de Freud consideró al análisis de los sueños parte fundamental del tratamiento psicoanalítico. Aunque Freud se resistía a aceptar los sueños premonitorios o telepáticos, Jung, uno de sus discípulos, trató de hallarles una explicación. Según él, los sueños telepáticos de las personas unidas por vínculos estrechos podían ser desarrollos paralelos de afectividades análogas, y las premoniciones, una consecuencia de posibles ansiedades y apremios inconscientes. Jung incluso cuenta un caso en el que un alpinista le comenta un sueño reiterativo en el cual se encuentra escalando una montaña, con gran entusiasmo, hasta llegar a un punto final de éxtasis en donde "siente pisar el vacío"; Jung, creyendo en la función predictiva de los sueños, le solicita entonces que sea más cuidadoso en sus próximas expediciones, pero el hombre haciendo caso omiso de su advertencia, falleció poco después precipitándose en el vacío al realizar una escalada.
Como hemos visto, los ejemplos de sueños premonitorios se ubican a lo largo de todo el avance de la humanidad, existiendo épocas en las que se les brindaban mayor importancia, utilizándolos como una herramienta de protección y precaución, y otras en las que se los ignoraban, considerándolos producto de la imaginación y de la locura.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu Comentario