Iyami es el término para las terribles brujas ajes.
Por su gran valor en el balance, la manifestación de la justicia.
Rendimiento que se asignan por la jerarquía, el conocimiento y la manifestación que de alguna manera influyen en otras entidades, ya que en ellos se contienen el conocimiento de la primera, la Koloco aquí junto con la información de las deidades.
El Ìyàmìs representa el aspecto oscuro del ser humano en sí mismo: la envidia, los celos, el poder a cualquier precio, el senderismo, la ambición, el hambre, el caos, el desorden.
Pero como todo tiene su polaridad no podría ser diferente con Ìyamìs porque son capaces de lograr grandes cosas cuando cosquillas correctamente.
La creencia popular da a las mujeres el poder de Iyamìs de edad, lo cual no es cierto, porque las mujeres solas a causa de la maternidad están vinculados desde el nacimiento con Ìyamìs sin importar la edad.
Los Iyamìs son tenaces, secreto y vengativo ataque.
Diga su nombre en voz alta es peligrosa porque escuchan y enfoque para ver quién les habla, con lo que su influencia.
Los Iyamìs menudo son llamados Eleye, la señora Bird.
El pájaro es el poder de Iyamìs ya que es cada vez que se convierten en Aje.
Ellos si se materializan, se manifiestan.
Es tanto el espíritu como el ave va a hacer el trabajo mal.
Estos espíritus son impersonales, nunca tuvieron ni tendrán cuerpo humano, parte de la naturaleza del hombre y, al mismo tiempo, una especie de parásitos que aparecen junto con el hombre en el mundo a causa de su existencia, sin darse cuenta, son alimentados por el pensamiento humano por las ideas y los temores del mal, de modo que se conviertan en peligrosos Konsideravelmente en el plano astral.
Puede ser hombre o mujer y siempre se presenta en doble, lo que representa el equilibrio, la dualidad en todos los planos.
Durante las expediciones del ave, el cuerpo de la bruja se queda en casa, inerte en la cama hasta la hora de regreso del ave.
Para combatir un Aje sería suficiente, frotar el cuerpo y acostado indefenso.
Cuando el espíritu ya no pudo contener el cuerpo manchado por su decreto.
La palabra en sí en realidad no identifica a la mujer con el lado oscuro de su poder como una bruja, sino todo lo contrario es una manera de celebrar y honrar a su capacidad de engendrar apelando a su protector lado materno, que significa: Mi madre !!!
Esta forma de referirse a cualquier mujer expresa un sentido de reverencia que la que sirve de puente entre los antepasados y los vivos, y también refleja su importante papel maternal.
Así, todas las deidades femeninas son también llamados ìyamìs, no en el sentido de la mayor parte de las brujas, sino porque es un homenaje verbal a las grandes madres espirituales.
Los Iyamìs tienen una calabaza y un pájaro.
El búho es una de sus aves.
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