Cada chakra es una visión del mundo.
Es un darshan. Es una perspectiva que organiza nuestros sentimientos, pensamientos y valores para relacionarnos con el mundo y actuar en él.
La visión del Segundo Chakra está asociada con la imaginación, el deseo, la pasión, la dualidad y las polaridades, con el movimiento y el cambio, y, fundamentalmente, con la creatividad.
El elemento asociado con el Segundo Chakra es el agua.
Consideremos las cualidades del agua. El agua fluye y se mueve libremente, pero no corre hacia arriba de las colinas; por la fuerza de la gravedad, busca el punto más bajo, así como las sensaciones, bajo la presión del deseo, buscan una situación de empatía entre los opuestos, un nivel común en que los sentimientos similares pueden ser satisfechos.
El agua no tiene forma determinada, como los sentimientos, que tampoco son permanentes. El agua es mucho más móvil que la tierra, pero, por medio de la repetición paciente y constante, el agua puede darle una nueva forma a la tierra.
Los sentimientos pueden dar forma a los hábitos, pero el agua no es como el aire, así que hay un límite para la velocidad en que el agua puede moverse y la velocidad en que tú puedes moverte dentro del agua. Si alguna vez te has aventado desde un trampolín muy alto y te has caído de panza, el agua, que tiene naturaleza móvil, debió parecerte durante unos instantes un muro sólido. Las personas que funcionan fuertemente desde el Segundo Chakra y que se han abierto al mundo de los sentimientos, se mueven a la velocidad dictada por esos sentimientos. Si no se sienten listos para moverse, aun bajo la presión externa, no lo harán. Si consideran que ya están listos para moverse, aun cuando las condiciones externas no sean favorables, lo harán.
Alguien dominado por la visión del Segundo Chakra ve el mundo en función de sus sensaciones, de sus deseos, sus impulsos, y busca satisfacer sus pasiones. La clave para caracterizar a alguien que vive desde el Segundo Chakra es que esa persona ve cualquier objeto que sea más largo que ancho como un objeto sexual.
Ve todo como objeto sexual, porque el sexo, desde el segundo chakra, representa la búsqueda de una polaridad que la persona necesita para salir de sí misma, aunque en principio la desequilibre, y de la satisfacción que consiste en soltar la energía almacenada en esa polarización.
A diferencia del Primer Chakra, cuya visión del mundo es singular, segura, aislada, el Segundo Chakra requiere de los otros. La sexualidad del Segundo Chakra no es la auto estimulación, sino la estimulación que se siente en relación con los otros.
Cuando el Segundo Chakra está bien desarrollado, la persona tiene opiniones, sabe hacer distinciones, le gusta el rojo pero no el azul, prefiere el calor al frío; a su vida no le faltan los contrastes y contornos.
Un segundo chakra que funciona bien pinta el mundo con pasión, motivación y opiniones. Prepara el camino para la compasión del cuarto chakra, porque a la persona le importan ciertas cosas y las quiere.
El lenguaje del Segundo Chakra es sensual, colorido y tiene como objetivo la seducción del otro.
Es flexible y fluido como el agua. Muchas personas entienden esto como tener habilidad para mentir o crear una historia para satisfacer la pasión.
Es como el coqueteo: sin importar de qué estás hablando, en el coqueteo todo lo que se dice tiene connotación sexual. De hecho, el arte del coqueteo consiste en hablar sexualmente sin decir nada directamente sexual.
Desde el punto de vista del yoga, las experiencias del Segundo Chakra dan una mínima muestra de lo que es la unión, el ir más allá del ser aislado y disolverse con, a través de y en el otro. El olvido momentáneo que ocurre en el éxtasis, en el punto culminante de la relación sexual, es prueba de un mayor estado de éxtasis, disponible cuando te sueltas y te sumerges en tu polaridad infinita, cuando tu parte finita e infinita tienen una relación cuyo resultado es un sentido creativo de conciencia. Esto se parece a lo que se dice en el Tantra, que usa la sexualidad como una forma de experimentar el espíritu.
Sin embargo el Tantra Yoga que he asociado con el Segundo Chakra no es una entidad única.
Yogui Bhajan ha dicho que hay tres tipos de tantra: el rojo, el negro y el blanco.
El Tantra Rojo se relaciona directamente con la energía sexual, el coito y la estimulación sexual. Nosotros enseñamos estas técnicas en el contexto del matrimonio, cuando hay una relación comprometida, cuando dos personas se juntan en todo su ser.
El Tantra Negro se refiere a la manipulación de las energías de la mente para desarrollar poderes sobre los otros. Es una satisfacción y magnificación de tus deseos que usa la capacidad de tu mente para aprovechar las polaridades, para proyectar y crear con intención de someter a otros a tu voluntad.
El Tantra Blanco es el uso directo de la energía Kundalini. Está más allá del uso de la simple estimulación de los sentidos, más allá de la práctica de pranas simples. Es espiritual, viene desde el Infinito y se relaciona con el Infinito que hay en ti. Sólo hay un maestro de Tantra Blanco en el planeta, porque esta enseñanza sin dueño ha sido transmitida, desde tiempo inmemorial de maestro a maestro, y sólo puede impartirla quien la ha recibido con ese fin, quien tiene la elevación espiritual para difundirla y la responsabilidad de sus alcances.
La combinación de creatividad y pasión del Segundo Chakra es una de las razones por la cual los artistas suelen tener personalidades temperamentales y estar llenos de singularidades y caprichos.
Un artista debe tener opiniones y pasión. Ve el mundo de una manera diferente.
Desea algo y busca la manera de expresarlo, de darle nacimiento. Es un acto final del Segundo Chakra dar a luz, pasar por el canal intrauterino y finalmente llegar a la luz.
En el Segundo Chakra están mezclados el deseo y el placer, el dolor y el esfuerzo, para finalmente dar a luz tu creación. Cuando todos los demás chakras están equilibrados en relación con el segundo, la sexualidad se vuelve divertida, variada, expresiva, y raras veces tiene las connotaciones de confusión, dificultad, dolor o perversión que parecen ir en aumento en nuestra cultura.
La estimulación del Segundo Chakra es la forma más común de estimulación en nuestra sociedad. Se dice que todo se puede vender si le aumentas el sexo y por eso los comerciales presentan cuerpos sensuales recargados en autos lujosos, unas piernas y pies insinuantes que calzan cierta marca de zapatos, o una persona seductora que prueba algún bocadillo... Esto no significa que todos los autos, los zapatos o la comida te den buen sexo. Es que ver un objeto sexual te causa estimulación, te recuerda tus pasiones, tus sensaciones y se asocia con las pasiones más profundas de tu subconsciente.
El símbolo clásico del Segundo Chakra tiene en su centro un animal que es un cocodrilo y una serpiente. Lo llaman Makra. Representa un tipo de monstruo o serpiente que viaja en las profundidades del océano, como los que trataban de evitar los marineros para que sus barcos no encallaran. Nuestra mente viaja en una pequeña barca sobre el océano inconsciente de nuestras sensaciones y emociones. Puede encallar en cualquier momento por el poder de una ola de emociones. Este símbolo nos advierte que, a pesar de todos nuestros pensamientos racionales e intelectuales, o nuestros planes sistemáticos, si no tenemos destreza y una buena relación con nuestras pasiones, nuestro barco puede voltearse.
La investigación moderna ha descubierto que el pensamiento y las emociones van juntas, que nuestros recuerdos se almacenan en la mente tanto por la emoción que cargan, como por su significado o por otra forma de contenido. No es verdad que pensar es una función sin emoción. La división entre las emociones y pasiones expresada a través del Segundo Chakra, y los pensamientos y la capacidad de percibir que se reciben en el Sexto Chakra, están separadas. Se estimulan unas a otras. Los pensamientos e imaginación sobre diferentes cosas producen sensaciones y las sensaciones regulan el flujo, intensidad y credibilidad de los pensamientos.
Si la marea sube, también sube el barco. Si una persona eleva su estado de ánimo y su capacidad de sentir, todas sus intenciones conscientes aumentan en claridad y contraste.
Obtiene la habilidad de comprometerse de todo corazón en una acción, hacia una meta.
El sistema sensorial conectado con el Segundo Chakra es el sabor. Sin pasión, la vida no tiene sabor. Y el sabor se obtiene por las mezclas acuosas de químicos que percibimos a través de nuestra lengua.
Por ello es tan poderoso el arte de cocinar y combinar adecuadamente los diferentes sabores -dulce, salado, agrio, amargo, picante y astringente.
Cada combinación de sabores puede provocar diferentes cualidades en las sensaciones y emociones. Un sabor te puede hacer sentir apasionado, otro anhelante, otro aletargado y listo para dormir.
Cuando experimentas una gran pasión, los sabores en tu boca también cambian.
En el yoga se dice que cuando te unes al infinito, tu cerebro produce amrit, un néctar dulce y el sabor de tu boca cambia. Una vez alguien me preguntó "¿Qué tiene esto que ver con los órganos sexuales, que se localizan más abajo en el cuerpo?" Para los tántricos, que entendían el uso de las polaridades para estimular la pasión, la lengua representa el órgano sexual masculino, y los labios de la boca, la entrada de los órganos sexuales femeninos.
La vibración constante de esto al hablar es la producción de una semilla y esas semillas son la creatividad del mundo. Tú puedes crear en un nivel físico, directamente en el Segundo Chakra, con los órganos sexuales, o puedes crear a través de la palabra y la vibración. En ambos casos dominas el arte de mezclar las polaridades
Cuando el Segundo Chakra está débil, el mundo parece plano. Hay poca pasión. Tú no tienes opiniones sobre las situaciones y tu cuerpo no presenta los efectos de la motivación, de amar los sentidos, del movimiento. Tu cuerpo tiende a estar constreñido, sin espíritu, insípido.
Cuando el Segundo Chakra está sobreactivado no hay nada que no sea sexual.
Todo se vuelve manía sexual. Las relaciones serán para satisfacer tus pasiones, sin importar lo que digas, como te justifiques, ni los sentimientos de la otra persona.
A alguien con el segundo chakra sobreactivado le será difícil mantener una relación de negocios, constantemente cruzará los límites. No puede contenerse porque, diga lo que diga la otra persona, lo interpretará como estimulación sexual, como invitación a relacionarse de otra manera.
Varios ejercicios de Kundalini Yoga como Ranas y Sat Kriya trabajan en el Segundo Chakra y en los tres chakras inferiores para darles equilibrio y funcionamiento adecuado. No pienses en los ejercicios como estimulantes para aumentar o reducir su función. Los ejercicios de Kundalini Yoga son para despejar un chakra, para abrir y equilibrar sus funciones y para interconectarlo con los demás chakras.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu Comentario