El cerebro humano es uno de los órganos más interesantes y necesario para la vitalidad y actividades diarias de las personas. Su fascinante estructura permite comprender cómo varios rasgos de la personalidad no son solo pura coincidencia. Pese a que cada estructura cerebral es única, existen rasgos generales que diferencian a hombres y mujeres y que otorgan diferentes capacidades ante una situación similar.
Este primordial órgano es enérgicamente eficiente y se vincula su funcionamiento según los niveles de glucosa y oxígeno, ya que estos son los combustibles para su correcto funcionamiento diario: "El cerebro pesa entre el 3 y el 5% del cuerpo y consume entre un 20 o un 25% de esa glucosa de oxígeno", afirmó en el foro de diversidad de Unilever, Gastón Morales, especialista en neurociencias, director de AHA! (Ideas+Personas) y coordinador del programa neurocíencias para líderes de la Universidad de San Andrés.
Tanto en el género femenino como el masculino, existen las mismas cantidad de neuronas, pero en las mujeres están mucho más juntas e interconectadas. El peso promedio de un cerebro humano es de 1350 gr y es el hombre quien lo tiene más grande, pero esto se debe a la cantidad de agua y grasa que contiene. Por el contrario a lo que se piensa, el tamaño no es igual a inteligencia:
"La ciencia ha estudiado mucho la proporción entre peso e inteligencia. Un claro ejemplo de que esta proporción no es motivo de intelectualidad es que, por ejemplo, el cerebro del reconocido físico Albert Einstein, por ejemplo, pesaba solo 1230 gr. En conclusión el tamaño impacta muy poco a la inteligencia pero existen otros mecanismos que si hacen la diferencia", aseguró Morales.
El especialista detalló algunas estructuras del cerebro que señalan cómo la configuración cerebral femenina, logra una ventaja significativa en ciertas cualidades de la mujer:
Corte prefrontal:
Es el área cerebral encargada de las conexiones conectivas y ejecutivas más elevadas. Regula todo lo que tiene que ver con la planificación, toma de decisiones y solución de problemas. "Las mujeres claramente lo tienen mucho mas desarrollado", dijo el especialista. Dicha zona también, es la que Einstein tenía más desarrollado que el resto de los humanos.
Corteza temporal:
Orientada a las habilidades del lenguaje, no solo para emitirlo sino también para su comprensión. La capacidad de fluidez en el lenguaje, de poder ser claros en las opiniones, son fundamentales a la hora de desenvolverse en varios aspectos cotidianos.
Amígdalas:
Existen dos amígdalas cerebrales que son las encargadas del procesamiento y registro en términos de memoria. En el caso de las mujeres esta estructura cerebral es mucho más grande que en los hombres y se activan cuando se está ante un proceso de amenaza. Cuando ocurre esto, en el caso de tiende a lateralizar más la función hacia la amígdala derecha asociada a la acción, a la reacción y la confrontación. Por el contrario en las mujeres se activa el lado izquierdo, más orientada a los detalles y a los procesamientos internos.
Sistema límbico:
Este es un 25% más grande en las mujeres que en los hombres, pero al estar vinculado a las emociones también genera una mayor predisposición a cuadros depresivos.
Neuronas espejo:
Es la estructura biológica más transparente en el proceso de empatía. Permiten ponerse en lugar del otro, interpretar las acciones de una manera mucho más profunda como también adaptar el lenguaje por limitación. El hombre cuando ve algo que le produce dolor, primero activa las neuronas espejos y luego va a un lugar en el cerebro que se asocia con el concepto de recomendación. Por este motivo, sienten un impulso de aconsejar para resolver los problemas. En cambio la mujer al empatizar invita a la reflexión, esta virtud resulta fundamental en los proceso de aprendizaje.
Materia gris y materia blanca:
La materia gris (encontrada 6.5 veces más en hombre) se la vincula a los centros de procesamiento de información y a la ejecución de tareas localizadas. Por el contrario, la materia blanca (encontrada 10 veces más en las mujeres) está asociada a la interconexión de las redes de los centros de información para lograr mayor integración y asimilación.
Pese a que las diferencias entre ambos géneros, la diversidad también debe ser equilibrada. Ambos logran realizar enfoques diferentes, no solo en el mundo privado de los negocios sino también en el ámbito social. La inclusión femenina en su totalidad puede otorgar grandes cambios positivos en el mundo empresarial, solo basta con permitirle el lugar que corresponde como también entender las capacidades cognitivas capaces de ofrecer.
"La mujer no está ganando terreno porque compite con el hombre en las habilidades de éste. Lo logrará, proponiendo un nuevo modelo, mucho más inclusivo y humano, que maximiza el engagement de los empleados y por transitividad, los resultados del negocio", finalizó Morales.
Fuentes Carolina Lomazzi
Extraido de Infobae.com
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