Son las personas que se creen animales
¿Quién no ha leído la Metamorfosis de Kafka o no ha visto un filme de hombres lobos? Ambas representaciones artísticas tienen una cosa en común: la licantropía, o en palabras más sencillas, la creencia de que una persona o las personas que le rodean se convierte en un animal.
El término licantropía proviene de la mitología griega en la cual se describe que el Dios Zeus transformó al rey Licón de Arcadia en un lobo furioso. Sin embargo, la extensión popular de la idea de la metamorfosis se remonta a la antigüedad, cuando se creía que el diablo podía transformar a las personas en lobos. Ya en el siglo III D.C. se recogían casos de personas que vagaban durante la noche (generalmente por los cementerios) y aullaban cual si fueran lobos. Esta creencia no se tambaleó hasta unos 1500 años más tarde cuando los médicos comenzaron a dudar de un poder diabólico tan elevado y en su lugar comenzaron a pensar que el diablo solo tenía la capacidad para inducir a las personas a creer que se habían transformado en un animal y por lo tanto, actuarían como éste aunque en realidad no lo fuesen. Algunos especialistas en psiquiatría consideraban que este trastorno había desaparecido conjuntamente con las creencias mágico-religiosas pero no es así; la licantropía ha sobrevivido a lo largo del tiempo; sobre todo en regiones donde el contacto con los animales es parte de la vida cotidiana.
Por supuesto, científicamente hablando, detrás de esta creencia se esconden alucinaciones muy vívidas y delirios. Pueden distinguirse algunas tipologías:
- Como ideación delirante: La persona cree a pies juntillas que se ha convertido en el animal en cuestión.
- Como alteración conductual: La persona se comporta como el animal aunque físicamente no se vea como tal.
- Como alteración psicopática de la personalidad: La persona afirma que no tiene más remedio que comportarse como un animal.
Aunque generalmente la licantropía se asocia a lobos, perros o animales peligrosos; también hay evidencia de casos en los que el paciente creía transformarse en gato, pájaro, sapo e incluso en una abeja. Ya sabemos que la imaginación humana es particularmente prolija.
Con frecuencia, la conducta de estas personas es tan aberrante, agresiva, destructiva y completamente caótica que en el pasado se le solía dar caza cual si fueran verdaderos animales.
Algunos especialistas categorizan la licantropía dentro de la esquizofrenia mientras que otros la consideran como un cuadro maníaco. Un tercer grupo, entre los cuales me incluyo, optan por no establecer un diagnóstico individual sino que consideran que es un síndrome asociado a una patología anterior como un cuadro psicótico o una depresión profunda. Vale aclarar que, en la mayoría de los casos, no se presenta amnesia, déficit intelectual, desorientación, pérdida de la consciencia ni cambios anatómicos cerebrales. Aunque suelen mostrar una hipersexualidad que se manifiesta en la búsqueda de múltiples compañeros sexuales, masturbación frecuente y zoofilia.
Este cuadro suele comenzar en la adolescencia, mostrándose una alteración severa del juicio, conducta extravagante, alucinaciones e ideas delirantes.
Aunque no existe una teoría que explique todos los casos descritos hasta el momento; puede hacerse referencia a varias hipótesis explicativas:
- La fisiología. Algunos especialistas consideran que es consecuencia de un ictus que provoca crisis parciales complejas o un síntoma del Síndrome Episódico de Descontrol asociado con daños en el lóbulo frontal y el sistema límbico. No obstante, vale aclarar que en tres de los diez casos analizados en la bibliografía no se mostraban daños a nivel cerebral.
- El psicoanálisis. La licantropía vendría a ser una representación instintiva del "yo" que compulsa a la persona hasta el nivel animal en el intento de eliminar los sentimientos de culpabilidad. Jung afirmaba que la causa de este trastorno podría encontrarse en la niñez, cuando el pequeño internaliza de manera errónea los conflictos de los padres. Particularmente esta teoría no me resulta muy convincente, quizás porque no soy fiel partidaria de las explicaciones psicoanalíticas.
- El delirio y la incidencia cultural. Muchas de las personas que creen haberse convertido en un animal con frecuencia mencionan algún momento de sus vidas donde fueron mordidos o estuvieron expuestos a los correspondientes animales en los cuales se convierten. Así, algunos especialistas apuestan a un complejo entramado de delirios y alucinaciones que tienen como base la representación social de la rabia (en el caso de los perros y lobos) o simplemente un momento de elevada tensión al cual estuvo expuesta la persona cuando se enfrentó con el animal en cuestión. Esta idea me parece una de las más acertadas.
Aunque por supuesto, como toda explicación en psicología, puede que no exista una causa común para todos los casos sino que existan diferentes factores determinantes y desencadenantes. Y hablando de factores desencadenantes, como punto final quisiera comentarles que, a propósito de la creencia popular de que la luna llena tiene cierta ascendencia sobre las "almas perturbadas"; algunos científicos afirman que podría existir una verdadera relación sustentada en que durante los periodos de luna llena los niveles en sangre de algunos neurotransmisores se elevan, provocando un funcionamiento disfuncional en las personas con predisposición a la enfermedad mental.
Fuentes: Lieberman, J. A.
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