La cimbalaria es una pequeña hierba perteneciente a la familia de las escrofulariáceas, la cual se compone de unas 4500 especies de plantas herbáceas anuales o vivaces, repartidas por los países cálidos, templados y fríos de casi todo el globo.
Es una hierba que se parece a la hiedra por la forma de sus hojas, aunque estas son mucho más pequeñas y frágiles.
Las flores son pequeñas, espolonadas en la base y de un color lila violáceo.
El fruto es una cápsula redonda, llena de pequeñísimas semillas de forma ovoide, oscuras y de superficie muy desigual.
Se cría entre muros y rocas, en lugares sombríos ligeramente húmedos de casi todo el país, aunque se distribuye de distinta manera según la zona.
Se la supone originaria de Italia.
Florece durante toda la primavera y verano, hasta bien entrado el otoño, aunque en los países más cálidos se encuentra florida todo el año.
De la recolección interesan principalmente sus flores, que constan de cáliz y corola de una sola pieza, divididos ambos en cinco lóbulos más o menos desiguales.
Estas flores se pueden recoger prácticamente durante todo el año, poniéndolas a secar a la sombra o en secadero, a temperaturas no muy altas.
Las plantas de esta familia no producen alcaloides, y si lo hacen es en cantidades mínimas, por lo que no merece la pena tenerlo en cuenta.
Lo más importante de estas hierbas es que elaboran gran cantidad de glucósidos, algunos de ellos de gran actividad farmacológica y muy tóxicos -sobre todo si se emplean de forma casera, sin consentimiento del personal médico.
De la composición de esta planta no se sabe mucho, ya que los datos que tenemos son muy antiguos y por tanto poco fiables.
Se sabe que contiene algunos ácidos como el tartárico, acético, tánico y antirrínico.
Del resto de sus componentes no se puede decir mucho más.
En cuanto a sus virtudes, desde siempre se la ha considerado un buen remedio para combatir el escorbuto, que, como ya sabemos, es aquella enfermedad producida por la deficiencia de una vitamina: la vitamina C o ácido ascórbico.
La razón de utilizar esta hierba para resolver esta importante carencia estriba en su sabor dulce más que en su composición, pues no se sabe que contenga cantidades importantes de esta vitamina.
Otros usos que se le han dado es como tónico y diurético, pero sin una gran actividad.
En este mismo género existen algunas especies con propiedades más marcadas, por lo que la cimbalaria en la actualidad se emplea muy poco.
Como no es una planta muy utilizada, se dispone de poca información en cuanto a sus usos populares.
Generalmente, se suelen emplear las flores -como ya hemos comentado anteriormente preparándolas
en infusión: basta un puñadito de flores secas en una taza de agua hirviendo, para administrar después de las principales comidas.
Antiescorbútico. Tónico. Diurético
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