Las Hadas del Elemento Fuego"
Yo hubiera querido ser un rayo de la guerra, haber influido poderosamente en los destinos de mi patria, haber dejado en sus leyes y sus costumbres la profunda huella de mi paso, que mi nombre resonase unido, y como personificándola, a alguna de sus grandes revoluciones, y luego, satisfecha mi sed de triunfos y de estrépito, caer en un combate, oyendo como el ultimo rumor del mundo el agudo clamor de la trompeteria de mis valerosas huestes para ser conducido sobre el pavés, envuelto en los pliegues de mi destrozada bandera, emblema de cien victorias, a encontrar la paz del sepulcro en el fondo de uno de esos claustros santos, donde viven el eterno silencio y al que los siglos prestan su majestad y su color misterioso e indefinible.(...)
Cartas desde mi celda (Carta Tercera), Gustavo Adolfo Becquer.
Simboliza la energía, la acción, la voluntad, la habilidad para enfrentar los obstáculos de la existencia hasta conseguir su superación.
Nos habla de la perseverancia que se necesita para luchar contra los desafíos.
Todos los asuntos que tienen relación con el esfuerzo y la vitalidad están fielmente simbolizados por el Palo de Bastos, a los que representan las hadas de fuego y de la luz.
Cuando el hombre descubrió el fuego miles de posibilidades se abrieron ante el.
El fuego no solo le proporciono al hombre calor, le dio también esperanza de una vida mejor, mas cómoda, y lo hizo poderoso ante la naturaleza y ante los hombres.
El concepto de basto nos remite también a la idea de apoyo, de sostén, de refuerzo.
Nos devuelve la esperanza de seguir de pie.
Sandra Ramirez
Editorial El Ateneo
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