Hoy día, esas charlas continúan aportando una nueva y fresca percepción a todo lo tratado en ellas, desde las complejas escrituras vedicas hasta las familiares palabras de Jesús.
Osho habla con igual autoridad de los hasditas, los sufies, los místicos baúles, los yoguis y los budistas.
Pero a la larga acaba acaba por centrarse en la trasmisión de la sabiduría del zen, pues según dice, se trata de la única tradición espiritual cuyo enfoque de la vida interior de los seres humanos ha superado la prueba del tiempo y es aun relevante para la humanidad contemporánea. A diferencia de otras religiones, que han llegado a ser victimas de su cuto a los héroes y del dogmatismo, el zen hace hincapié en la capacidad única de cada ser humano para alcanzar la iluminacion ( es decir, la liberación de las ilusiones del ego creadas por la mente), e insiste en que solo a través de la meditacion es posible llevar tal capacidad a efecto: no realizando determinados rituales ni cumpliendo reglas ni imitando el ejemplo de otros por muy respetables que sean, sino únicamente gracias a un estado de atención vigilante y libre de critica sobre los propios pensamientos, acciones y sentimientos.
Cuando practicamos esta vigilancia, este enfoque meditativo respecto de la vida, enseguida nos hacemos conscientes de que cada uno tenemos un centro de vigilancia inmutable, imperturbable y eterno, un centro que tiene la capacidad de ver la vida como una gran aventura, como un juego, como una escuela de misterio y, finalmente, como un viaje pleno de dicha en el que el único propósito es deleitarse en cada paso a lo largo del camino.
En palabras de Osho, lo que lleva una cualidad de luz y amor a todo lo que hacemos es la capacidad de convertirse en un buda, de desarrollar el estado de alerta interior, y no el hecho de venerar a los budas ni de seguir a otras personas.
Osho ha sido siempre algo mas que un simple orador o un filosofo.
Así, en la comuna de amigos que le ha rodeado ha creado una atmósfera en donde las verdades de las que habla pueden ser experimentadas directamente.
Por ello, hacer el camino en su compañía no supone retirarse a las montañas para llevar una vida de ascetismo y reposo, lejos de "la plaza del mercado"
Por el contrario, implica involucrarse totalmente en la tarea de despertar, empleando para ello una abundante variedad de meditaciones y terapias psicológicas y de sanacion física, así como mediante mucha risa y diversión y grandes dosis de creatividad y trabajo duro.
Fraguar el suelo es una meditacion: tanto como sentarse en silencio en presencia del maestro y afrontar las luchas de poder personales con los compañeros de trabajo de la cocina es tan trascendente como entender el Sutra del Diamante, de Gautama el Buda.
Incluso los altibajos de las aventuras amorosas tienen su lugar en el viaje de descubrir quienes somos.
Es en el contexto de este enfoque de la vida, de este compromiso para hacer la totalidad de la vida una meditacion que ha creado este tarot. Y esta dedicado al buda que todos y cada uno de nosotros somos en nuestro interior.
La condición de buda no es monopolio de nadie, no es "los derechos de autor de nadie" es el ser mas profundo de cada uno.
No tienes que ser budista para ser un buda.
La budeidad trasciende todos los conceptos de las religiones: es el derecho de nacimiento de todos los humanos.
Trata de que te acompañe, en tus actividades cotidianas, para que todo en tu vida se convierta en meditacion, en gracia, en belleza, en bendición.
- Osho, No - Mente: Las flores de la eternidad -
Fuentes Consultadas
Gaia Ediciones
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