Son fósiles de moluscos cefalópodos,
que vivieron hasta el periodo cretáceo y tenían caparazones en forma de espiral.
Fueron importantes una vez más en el antiguo egipto y entre los hindúes.
En la Edad Media, los campesinos los colgaban en sus establos, ya que tenían el poder de hacer que no se agriara la leche de sus vacas.
Actualmente, confieren a quien los lleva como amuletos, paciencia y dominio de las situaciones negativas. Cuenta la leyenda que cuando Santa Hilda , quiso erigir su abadía, encontró un terreno lleno de serpientes,
por lo que realizó un conjuro para que todas ellas se enrollaran en espiral y
quedaron fosilizadas en forma de ammonites.
Desde entonces se utiliza como amuleto para alejar peligros y desgracias.
Es muy efectivo, pues aleja el mal.
Fuentes Consultadas
Amuletos y Talismanes
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