Oxumaré, el padre de la renovación continúa. Lo encontramos en los campos de la Fe como elemento renovador de la religiosidad de los seres. Oxumaré está en la línea de la Concepción como renovador del amor en la vida de los seres. Oxumaré está en la línea del Conocimiento como renovador de los conceptos, teorías y fundamentos. Oxumaré está en la línea de la Justicia como renovador de los razonamientos. Oxumaré está en la línea de la Ley como renovador de las ordenaciones que suceden a todo momento. Oxumaré está en la línea de la Evolución como la renovación de las doctrinas religiosas, que perfeccionan el saber y aceleran la evolución de los seres. Oxumaré está en la línea de la Generación como la renovación de la vida, o la propia reencarnación, que sucede cuando un espíritu intercambia de piel, tal como lo hacen las serpientes.
En la naturaleza lo encontramos a la orilla de las cascadas.
Mismo cuando vemos un arcoíris, podemos ofrendarlo en la naturaleza (bosque, ríos, lagos, cascadas, mar) dirigiéndonos a ese Arcoíris y llamando a Papá Oxumaré para que bendiga nuestra ofrenda.
Sus colores son los tornasolados y también el azul.
Con sus ondas irradiantes, este Orixá también posee la capacidad de diluir los desequilibrios emocionales que atormentan nuestra mente, llevando a la persona a puntos inimaginables de desesperación.
Cuando el pecho aprieta y pesa, por alguna situación que vivimos o estemos sintiendo, y deseemos renovar nuestros sentimientos, nuestro amor por algo o por alguien, curvémonos delante de aquella luz tornasolada, y en ella depositemos nuestras lágrimas para que Papá Oxumaré las renueve, proveyéndonos de fortaleza emocional para las decisiones que vayamos a tomar.
Arroboboi! (Traducuccion: Señor de las Aguas Supremas)
Fuentes Citadas
Umbanda Sagrada
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