La aristoloquia redonda está formada por varios
tallos finos y alargados.
Las hojas se encuentran distribuidas por toda la planta de una forma totalmente desordenada; tienen forma de corazón y son bastante grandes en relación al tamaño del resto de la planta.
Están unidas a los tallos por unos rabillos muy
pequeños que difícilmente se pueden apreciar a simple vista.
La parte más característica de esta planta se
encuentra bajo tierra: se trata de un gran tubérculo
redondeado del que parten unas pequeñas raicillas.
Esta planta se encuentra normalmente en la zona de Cataluña y en algunas ocasiones se la puede hallar por toda la zona norte de la Península.
Se cría cerca de setos, arroyuelos, acequias y prados.
Empieza a florecer en el mes de abril y, dependiendo de la zona en la que se encuentre, la época de floración puede alargarse hasta junio.
Las flores se encuentran aisladas, de una en una.
Su cáliz, de forma tubulosa y color blanco, contiene aproximadamente seis estambres.
Las flores no son muy olorosas, al contrario que sus hojas.
Dentro de la flor se encuentra el fruto que a su vez contiene numerosas semillas.
La única parte recolectada es el tubérculo, que posee los componentes más activos.
La composición de esta planta no es muy conocida debido a que se emplea muy poco.
Se sabe que el tubérculo contiene aristoloquina, que es un alcaloide bastante tóxico.
Por tanto, no debe usarse esta planta como remedio casero, pues puede resultar muy tóxica.
Solo es aconsejable bajo la supervisión de un facultativo; pero debido a lo poco estudiada que está -entre otras razones porque sus propiedades curativas son escasas, por no decir nulas- se puede asegurar prácticamente que será muy difícil que entre a formar parte de las plantas medicinales.
Antiguamente se utilizaba para contrarrestar los efectos del veneno de las serpientes y de cualquier otro tipo.
También se empleaba para calmar el dolor de menstruación y parto.
Prácticamente se utilizaba como remedio casero para todo tipo de enfermedades a las que no se les encontraba otra solución, como por ejemplo dolores en el bazo o asma, para curar llagas, en problemas de huesos, para limpiar dientes y encías.
No debe utilizarse por resultar muy perjudicial para la salud.
- Cocción. Se pone agua a hervir y se añade un puñado de la planta.
Se deja enfriar y se cuelan los restos que puedan quedar.
- Emplasto. Se coloca la hierba machacada encima de un trapo húmedo.
Se aplica sobre la zona afectada de problemas óseos o articulatorios.
Tóxico
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