Ahora llegamos a lo que para muchos es una controversia, en función de la necesidad que el intelecto, el ego, siente de tener el aparente dominio sobre las situaciones.
De poder controlar, direccionar y obtener resultados, a partir de la planificación de metas específicas.
Aquí entramos en la cuestión del mérito, o no, del poder de la mente, de las afirmaciones, del pensamiento positivo, y así en adelante.
Este es el divisor de las aguas en relación a la tradición original.
La diferencia entre el Ho’oponopono Huna y el Ho’oponopono de la Auto-Identidad.
En una entrevista a Saul Maraney, de África del Sur el Dr. Len hizo estas observaciones:
El Dr. Len afirma que limpiar visualizando un resultado no funciona. Pero cuando usted limpia por limpiar, usted puede ser agradablemente sorprendido por lo que la Divinidad escoge como resultado para usted.
Esto libera a la Mente Consciente de tener que decidir lo que debe o no ser limpiado.
Recuerde que todas las memorias son compartidas, en la medida en que hacemos la apelación al Divino para limpiar las memorias que se repiten en nosotros, recuerdos de eventos desagradables, de desavenencias, conflictos, ellas siendo neutralizadas en nosotros también son neutralizadas en los otros.
Por tanto la necesidad de arreglar al prójimo, de hacer a alguien entender nuestro punto de vista, de
convencer, justificar, convencer, convertir, curar, son juegos mentales de la Mente Consciente queriendo controlar resultados.
Dice el Dr. Len: “Este es uno de los mayores problemas de los terapeutas, ellos piensan que están allí para salvar a las personas, cuando en realidad están allí para limpiarse a sí mismos”.
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