A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamas preguntan sobre lo esencial del mismo.
Nunca se le ocurre preguntar: " ¿Que tono tiene su voz? ¿Que juegos prefiere? ¿ Le gusta coleccionar mariposas?". Pero en cambio preguntan: "¿ Que edad tiene?, ¿Cuantos hermanos? ¿Cuanto pesa?, ¿Cuanto gana su padre?. Solamente con estos detalles creen conocerle. Si les decimos a las personas mayores: "He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado", jamas llegaran a imaginarse como es esa casa.
Es preciso decirles: "He visto una casa que vale cien mil pesos". Entonces exclaman entusiasmados: " Oh, que preciosa es!".
^ El Principito, Antoine de Saint-Exupery
El Palo de Oros representa el elemento Tierra.
Hace referencia a todo aquello que se aleja del lado espiritual del ser humano.
Las ganacias materiales, el brillo social, el poder entre los hombres, la conquista de la estabilidad económica o el éxito en los negocios son algunos de los asuntos de los que tratan los naipes de este palo, que están representados por las Hadas de los bosques.
Desde el principio de los tiempos, el Oro fue objeto de la codicia de los hombres, que muy pronto lo convirtieron en moneda de cambio y en símbolo de majestuosidad, pues su posesión era un indicativo de riqueza.
Por culpa del Oro se han quebrada muchas voluntades y han sucumbido muchos imperios.
De entre las Hadas las mas apegadas a la Tierra son las Hadas de los bosques, y este es el ámbito en el que se mueve Galadriel, señora de Lothlorien, también llamada señora del Bosque Dorado o La Dama Blanca, y a la que los enanos temen por creerla con propiedades para encantar a los incautos.
Entre las distintas familias de Hadas, las del bosque son las mas etéreas y huidizas, y hay muchas leyendas en las que figuran como guardianas de inmensos tesoros, de los que, sin embargo, no son dueñas y, por tanto tampoco sucumben bajo su hechizo.
Editorial El Ateneo
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