La Tormenta está asociada a cambios repentinos, transformaciones y renovaciones; cataliza la autogeneración y acelera los procesos.
Actúa favoreciendo el renacimiento, como en el ave Fénix, que resurge a partir de sus cenizas.
La Tormenta significa, en la forma más simple, cambios. Podrían ser cambios de humor, confusión, pero en realidad cuando se trabaja con conciencia aporta facilidad para descubrir tesoros, incluso resucitar.
Hablar simplemente de cambios puede ser caos, pero los cambios de la Tormenta significan precisamente salir de la confusión a la luz, porque la Tormenta es el sello anterior al Sol.
Y en un trabajo evolutivo que comenzase en el Dragón y terminase en el Sol, justamente el paso previo al Sol, pero posterior a todos los demás sellos, es la Tormenta.
Normalmente se asocia Tormenta con crisis y crisis con dificultades que quisieras evitar. Y así es o suele ser en una cultura asociada al dolor y al sufrimiento, donde el hipotálamo está tan cargado de recuerdo del dolor que cualquier cosa te duele, y donde dolor y “lo conocido” pasan a ser lo mismo, de modo que necesitas el dolor, que es “lo conocido”, para que no aumente la angustia de lo desconocido.
Pero la conciencia de la realidad más allá del velo supone una sanación del dolor acumulado sin conciencia.
La Tormenta no es repetir.
Por ese motivo, las crisis son estupendas, y cualquier persona que ahora se encuentre en el mayor sinsentido de su vida, está cerca de la puerta que le permitirá encontrar el mayor sentido de su vida.
La Tormenta es la resurrección, las grandes transformaciones, vitalidad desbordante. Pero si no sabes qué hacer, te da miedo; si no hay conciencia, piensas que la Tormenta son catástrofes.
Si no estamos en esta dimensión de las ondas, Tormenta significa simplemente crisis, cambios bruscos, no necesariamente exitosos, sino más bien lo contrario, por ejemplo accidentes y peleas.
Es decir, algo propicia que cambies urgentemente.
Si estás sordo terminarás por enterarte; la solución siempre está muy cerca, en la Tormenta.
La energía de la Tormenta no está hecha para aburrirse, sino que está asociada a grandes trasformaciones, y lo insólito está siempre cerca, de modo que conviene interiorizarse para entenderlo.
La tormenta augura cambios, resurrecciones, transformaciones totales hacia la vida. Es el momento de remover lo que te impide vivir, entendiendo que vivir es sinónimo de ser feliz, de dar gracias, de bendecir, de mirar y sólo ver amigos, sólo ver cosas maravillosas que te rodean.
El Vinal 19
En el Haab hay 18 periodos de 20 días llamados vinales, en eso estamos todos de acuerdo; otro periodo más llamado Uayeb, que es el periodo 19 similar a Tormenta que se inicia siempre con un representante de la familia portal, como todos los vinales, y contiene no una representación de los 20 sellos, sino de los 4 colores; y luego está el día sin tiempo, que es siempre de la familia noche, estrella, caminante, espejo. Este quinto sello hace presente, asociado a la familia angélica, al quinto color verde. El día sin tiempo es día Verde, similar al castillo verde, final del proceso evolutivo dimensional para el cual estamos aquí, y que está relacionado con despertar el cuerpo de amor.
De modo que el periodo anterior Uayeb es una expresión de la cuarta dimensión y asocia a Tormenta con cuarta dimensión. “Estamos en tiempo de Tormenta” es sinónimo a “es el tiempo de vivenciar la cuarta dimensión”. Luego, en su momento será el momento adecuado del tiempo Verde. Por ese motivo es tiempo de estar atento y de ser receptivo a las necesidades de las personas que te rodean.
Tormenta, como sello, indica que se acaba un periodo de oscuridad y empieza la luz, donde todo está claro.
El Sello Oculto
El 7 y el 19
La Tormenta como onda es la número siete.
El tono 7 significa canalizar, de modo que el 7 en el Tzolkin contiene un significado de canalizar; también de sanar, porque el 7 es la Mano.
Los cambios de los que habla la Tormenta son canalizados. Con la Tormenta es posible lo milagroso, lo sobrenatural, renacer, grandes cambios. No hay límite. Actúa como puerta o frontera. Estás a un lado o estás al otro lado. De repente todo es diferente.
Pero la Tormenta es el sello 19 y de alguna forma va asociada a la onda 19, que es la del Águila. La Tormenta es reinventarse, resucitar, pero esto es lo que sucede con la creatividad.
La Onda Oculta
Están asociados amor y transmutación; necesidad de transformación y necesidad de amor.
La onda del Perro habla de una vivencia desbordante e inclasificable, que supera totalmente tu razón pero que te hace feliz, como es el amor. La Tormenta como onda expresa cambios profundos totales, resucitar.
El amor todo lo puede, todo lo trasforma. Las dos ondas van juntas, quizás son la misma, como Quetzalcóatl y Tezcatlipoca, los gemelos.
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