"Despliega las alas y envuelvete con ellas para protegerte. Es posible que sientas un cambio de equilibrio al familiarizarte con ellas ". |
Este suele aparecer a los ojos del clarividente como unas alas de luz.
Una vez desplegadas, nuestras alas angélicas tienen una serie de usos.
Nos sintonizan instantáneamente con el reino angélico y aligeran nuestra frecuencia vibratoria, lo que nos ayuda a elevarnos por encima de nuestros problemas.
Podemos envolvernos en nuestras alas para sentirnos cómodos y protegernos de las energías desagradables.
Las alas de cada uno son diferentes, siendo una irradiación directa de la divina chispa de luz que habita en el chacka corazón.
Algunas alas son enormes, extendiéndose a lo largo de la columna ( este suele ser un signo de que los chackas de la columna están en equilibrio).
Estas alas espinales pueden extenderse por debajo de los pies y por encima de la cabeza.
Como Practicar la Meditacion
Esta meditacion es preferible hacerla de pie.
Que Hacer
- Ponte de pie, con los pies desnudos y apoyados en el suelo.
- Levanta los brazos por encima de la cabeza. Al hacerlo, visualizate con los pies firmemente apoyados en la tierra y la cabeza en el mas alto cielo. Siente tu cuerpo conectando el cielo y la Tierra.
- Estira los dedos hacia arriba y, al hacerlo, siente las manos angélicas de tu ángel guardián extenderse hacia abajo, permitele poner sus manos en las tuyas. Esta es una experiencia especial, y es posible que desees solazarte en el contacto durante unos segundos porque abre tu chakra corazón.
- Cuando estés preparado, deja que tus alas angélicas crezcan desde el espacio situado entre tus omóplatos. Siente la sensacion que producen y el aspecto que tienen.
- Deja que tus alas se desplieguen completamente. Comoquiera que las sientas, deja que tu cuerpo se ajuste a la experiencia de tener alas. Muchas veces sentirás un cambio en tu campo energético general cuando ascienda tu frecuencia vibratoria y te acostumbres a la experiencia de tener alas.
- Intenta mover tus alas.
- Pide que se te bendigan las alas.
Fuentes Consultadas
Gaia Ediciones.
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