Las velas han pasado de ser un elemento esencial en la iluminación de las casas o convertirse en un objeto fundamentalmente decorativo, a ocupar un lugar de singular preponderancia en el complejo y fascinante mundo de los rituales mágicos de todas las culturas.
Existen tantas formas y colores como puedan imaginarse. Hay vestigios de que ya hace 30.000 años se utilizaban velas, formadas por piedras ahuecadas rellenas de aceite. Los romanos fueron los que comenzaron a usar cera de abeja y, posteriormente, en la Edad Media, se extendió la utilización de grasa animal. Desde mediados del siglo XIX las velas de sebo fueron sustituidas por mezclas de parafina, ácido esteárico y cera de abejas.
Aunque los rituales con velas son considerados por diversas religiones como prácticas paganas, el empleo de velas de colores o aromatizadas con diferentes sustancias, fueron utilizadas desde tiempos inmemoriales por primitivas congregaciones místicas.
Existen diferentes tipos de velas, pero las más comunes son las que se conocen como:
- Altar: empleada exclusivamente en ceremonias rituales.
- Zodiacal: asociada al signo bajo el cual cada persona nace.
- Simbólica mágica: se utilizan para brindar confort, protección u ofrenda.
Precauciones a la hora de usar velas rituales
- Tomar conciencia clara de las razones que motivan el ritual antes de encender una vela.
- Definir claramente si es uno mismo u otra persona quien necesita de la ayuda de nuestro ritual a domicilio. En caso de un hechizo cuyo destinatario es otra persona, debe contarse con su aprobación.
- Recuerda nunca apagar una vela soplándola, pues estarías quemando en la flama tu aliento interior. Utiliza un apagavela. Si no lo tienes hazlo sofocándola con una pequeña cuchara.
- Es muy importante utilizar el color adecuado para cada hechizo en particular. Si no tienes velas de un color especifico.
El Poder de las Velas
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