Las 22 letras del alfabeto hebreo son únicamente consonantes, y se las considera sagradas.
Estas letras tienen una vibracion o energía característica, lo que significa que están vivas y llenas del poder creativo del cosmos.
Este poder cósmico esta latente y solo puede ser activado por la voz humana, que provee los sonidos vocales, los cabalistas insisten en que la oración no es eficaz a menos que se pronuncie en voz alta.
El sonido es generado por el movimiento vibratorio de partículas y objetos.
Las vibraciones que producen sonido poseen una energía, una pauta vibratoria sonica que se puede encontrar en el mundo natural y no solamente dentro de nosotros y de nuestro mundo, sino mucho mas allá de los reinos cósmicos.
Las pautas vibratorias del sonido poseen la clave para comprender las estructuras de la existencia y la organizacion de la materia en el universo físico.
A escala cósmica, el sonido es un poder universal no visible y capaz de producir cambios profundos a muchos niveles: físicos, emocionales y espirituales.
El sonido esta entre las energías mas transformadoras del planeta, pudiendo devolver el equilibrio y la energía a nuestras vidas.
Desde la antiguedad sabían lo que los físicos modernos han comprendido hace poco que todo esta en estado de vibracion constante.
Ellos compartian la creencia de que el mundo fue creado por el sonido.
En el Génesis, el primer libro del Antiguo Testamento, una de las primeras afirmaciones es: <Y el Señor dijo: "Hagase la luz">.
Juan escribió en el Nuevo testamento: <Al principio era la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.
Al principio era Brahmán, con quien era la Palabra. Y la Palabra era Brahmán.
Tradicionalmente, los egipcios creían que el dios Thoth creo el mundo usando únicamente la voz.
En el Popul Vah, el texto sagrado maya, a los primeros seres humanos se les da la vida únicamente mediante el poder de la <palabra>.
La historia hopi de la creación cuenta que la mujer araña creo todos los animales cantando sobre ellos las canciones de creación.
Cada letra del alfabeto hebreo tiene un valor numérico: las tres primeras, Aleph, Beth y Gimel tienen los valores 1, 2 y 3, respectivamente, y esta correspondencia se mantiene a lo largo del alfabeto de 22 letras.
define su esencia arquetipica eterna.
Por tanto, cualesquiera dos palabras o frases,
que tengan el mismo valor numérico también tendrán la misma esencia.
El arte de encontrar palabras con el mismo valor numérico se denomina gematria y suele aplicarse tanto a los nombres bíblicos,
como a los nombres de angeles.
Fuentes Consultadas
Gaia Ediciones
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