Este amarre se realiza durante tres días, en los cuales usted debe evitar todo contacto con la persona que ama.
Además – y este punto es muy importante- no debe hablar de el o de ella, con nadie mientras realiza el ritual.
Tampoco debe escribir ni pronunciar su nombre por ninguna razón
La ceremonia comienza el Lunes, día regentado por la luna e ideal para los ritos de reconciliación.
A las ocho de la noche, usted debe dirigirse a un cruce de calles cercano a la casa del ser que ama.
Deje allí un capullo de rosa de color rojo profundo, que simboliza la pasión y la promesa de un amor feliz.
El martes, a la misma hora que el día anterior, vaya al sitio donde se conocieron y párese en la acera de enfrente.
Desde donde esta, arroje hacia la otra acera una cadenita dorada (simboliza la unión de sus corazones). Dejándolo en el lugar donde se vieron por primera vez usted estará haciendo un sortilegio para que se vuelvan a reunir y nunca mas se separen.
Cuando se levante el Miércoles, debe sellar el amarre con una ultima ofrenda.
Se trata de un pequeño sacrificio.
Usted debe deshacerse de un objeto que le recuerde a la persona amada.
Puede ser un regalo, una prenda de vestir suya que el (o ella) prefiera, un disco que hayan escuchado juntos. Con este ultimo paso, estará dejando atrás los errores del pasado, para encarar el futuro amoroso con la mejor disposición.
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