Necesitara
Dos piedras, una blanca y otra negra.
Consiga dos cintas largas, una roja y la otra anaranjada.
Las piedras no deben ser muy gruesas, porque usted tiene que hacerles un agujero en el centro.
Por el orificio de la piedra blanca, haga pasar la cinta roja y por la piedra negra, la cinta anaranjada.
Si no tiene los medios para perforar las piedras, o estas se quiebran en el intento, puede atarlas por separado con la cinta correspondiente, que deberá ser obviamente mas larga.
Una vez cumplido este paso, únalas mediante un nudo fuerte, de manera que queden entrelazadas y no puedan separarse.
Conserve las piedras siempre con usted hasta que su pareja haya regresado.
Cuando logre su propósito arroje las piedras a un curso de agua.
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