La Suerte es uno de los conceptos más populares y difusos ya que tiene un significado muy amplio. Básicamente, cuando nos referimos a la suerte, estamos hablando a la casualidad o del azar, pero específicamente, el término “suerte” hace referencia a todos aquellos sucesos que se consideran fortuitos; la suerte es todo aquellos que sucede o puede suceder ya sea para bien o para mal.
Es importante tener en cuenta que existe una visión racional acerca de lo que significa la suerte, y la misma se incluye las leyes de la probabilidad, que a su vez, está probada en base a relaciones causales confirmadas.
También existe una alternativa a la visión racional con la que se analiza la suerte y se relaciona con el control; la suerte sucede más allá del control que pueda tener alguien sobre ella y teniendo en cuenta esto, podemos decir que a esto se le suman acontecimientos que resultan accidentales.
De este último punto de vista se desprenden tres diferentes tipos de suerte:
La Suerte Consecuente que comprende todos aquellos factores que se encuentran fuera del control de las personas ya que resultan ser el resultado caprichoso de los actos cometidos.
Un ejemplo muy común para poder entender este tipo de suerte es arrojar una piedra en un acantilado: debido a que golpear a alguien que justo estaba caminando por debajo, es algo que está fuera de nuestro control, entonces es simplemente una cuestión de suerte.
Por otro lado tenemos la Suerte Constitucional, que comprende todos aquellos factores que se encuentran fuera del control de una persona ya porque éstos no pueden cambiarse: la constitución genética o el lugar de nacimiento de alguien es un claro ejemplo de este tipo de suerte.
Por último, la Suerte Circunstancial es aquella cuyos factores no pueden controlarse debido a que son producidos de manera aleatoria: los accidentes o las epidemias son los ejemplos más comunes. Generalmente cuando una persona está pasando por una etapa en donde la buena suerte o la mala suerte lo acompaña, se le dice que esta atravesando una “racha”, pero cuando a una persona le sucede algo bueno inesperadamente, entonces a esto se le llama “golpe de suerte”, pero este término lógicamente se aplica únicamente en aquellos casos en donde lo sucedido modifica en algún sentido, la vida de la persona.
Si los golpes de suerte existen o no, dependerá de lo que crea cada uno, pero lo cierto es que todos atravesamos alguna situación en la cual la buena suerte nos sonría aunque sea por un momento.
Para que entienda lo que queremos expresar, podemos decir que un golpe de suerte seria sacarse el primer premio de la lotería, o, llevándolo a un extremo más serio, salvarse de algún grave accidente. De todas formas es importante tener en cuenta que los golpes de buena suerte obedecen al azar, representan un cambio imprevisto en cuanto al sistema de relaciones y los mismos no pueden ser anticipados, con la excepción de que se consulte algún oráculo.
De hecho mucha gente busca en los métodos de adivinación, la esperanza de que en algún momento de su vida, la buena suerte los acompañe, aunque se trae de un simple golpe de suerte.
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