Cuando miles y miles de personas en la Tierra celebran, cantan, danzan, se sienten estáticos, borrachos de lo Divino, no existe la posibilidad de un suicidio global.
Con tal festividad y risa, con tal salud y cordura, con tal naturalidad y espontaneidad, ¿como puede haber una guerra?...
A ti se te ha dado la vida para crear, para disfrutar y para celebrar.
Cuando lloras y sollozas, cuando te sientes desdichado, estas solo.
Cuando celebras, toda la experiencia participa contigo.
Solamente en la celebración nos encontramos con lo supremo, lo eterno.
Solamente en la celebración vamos mas allá del circulo de nacimiento y muerte.
Comentario
La humanidad se describe aquí como un arco iris de seres que danzan alrededor del mandala de la Tierra con su manos unidas en gozo y gratitud por el regalo de la vida.
Esta carta representa una época de la comunicacion de compartir las riquezas que cada uno de nosotros aporta a la totalidad.
No hay un aferrarse, un agarrarse.
Es un circulo en el que no hay sentimientos de superioridad o inferioridad.
Cuando reconozcamos el origen común de nuestra humanidad, los orígenes comunes de nuestros sueños y anhelos, de nuestras esperanzas y temores, seremos capaces de ver que todos estamos unidos en el gran milagro de la existencia.
Cuando podamos combinar nuestra tremenda riqueza interior para crear un tesoro de amor y sabiduría que este disponible para todos, estaremos unidos en este modelo exquisito de la creación eterna.
Gaia Ediciones