Los yorubas percibieron del mundo lo que el planeta realmente nos demuestra: que es vida, que tiene movimientos, y que todo en el esta concatenado, relacionado, con influencias entre las cosas que nada escapa a una inteligencia superior, que provenimos de esta fuente y que a ella volveremos algún día.
Reconocieron en la naturaleza a la Madre por excelencia, y aprendieron a amarla y a respetarla desde siempre, sabiendo que si no lo hacían así desarrollarían un sistema de fallos y errores, dentro del consenso energético general, que provocaria desastres no solo en la vida del planeta, sino en todo el eslabón de vida.
En su pensamiento místico y religioso existe el fundamento filosófico de que todo es energía, que el espíritu lo es, y que este se encuentra en todas las cosas.
El antiguo pueblo yoruba tenia también una concepción tripartita de lo que podría ser para nosotros la idea de la Santísima Trinidad : creían en un principio de todas las cosas, intocable, inalcanzable, casi impensable, para la concepción de nuestra mente debido a su gran poder y presencia que abarcaba todas las cosas fundiéndose todas en el.
A esta energía la llamaban Olodumare (principio de los principios), formada por tres partes, esencias o energías desprendidas, y a las mismas le dieron el nombre de Olodumare Nzame, Baba Nkwa y Olofi.
Ello había creado el Universo y todas las cosas con vida que en el se encontraban..., pero hacia falta una forma de existencia que rigiera sobre el planeta Tierra, y con la misma materia constituyente, con la misma densidad de energía, crearon al primer hombre que lo habito - otorgándole libertad, inteligencia y perfección física - , denominandolo Omo Oba, quien envanecido por sus atributos pierde luz espiritual ( al dejar de vibrar con la misma intensidad de la fuente creadora) y, a partir de ahí, vive en el interior de la Tierra.
Todos lo santeros cuentan la misma historia, y en sus relatos se puede percibir como han penetrado sus concepciones culturales, cuando la relatan trasfieren un gran secreto, su voz se hace mas pausada y mas grave, y adoptan la seriedad que el tema impone, todo lo cual lo hace mas creíble y confiable.
Cuanto mas la escucho (apartando mi fe), mas me convenzo de que pudo ser así: un Dios Supremo, con tres rayos de su propia simiente o fuente, un Ser sin forma determinada, pudiendo adoptar cualquiera, ya que El son todas las formas en una.
Siendo energía pura, destellando y vibrando sin cesar en la inmensidad sin fin.
Varias mitologías de diferentes culturas han tenido como base a una trinidad, o a la concepción tripartita del cosmos, como por ejemplo la escandinava, que lo dividía en tres partes distintas, teniendo tres parcas, o los antiguos egipcios reflejandolo en Osiris, Isis y Horus, o la trinidad hindu o brahmanica Trimurti, representada en Brahma, Vishnu y Siva, etc.
Creian en dos mundos que se intercalaban entre si, existiendo entre ellos una retroalimentacion que en realidad, formaban uno solo, a pesar de diferenciarse en concepciones.
Cada uno de estos mundos, o cada parte de se todo, eran fuertemente activos y sus actividades algunas veces concomitaban en un punto o linea que servia de interaccion entre ambos.
Fuentes Consultadas
Alfa Omega
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu Comentario