Confesión, purificación de lo subjetivo, responsabilidad del terapeuta (sacerdote) visión del destino, el puente entre subjetividad y objetividad.
El problema es que lleva en su alma una carga demasiado pesada, un gran sentimiento de culpa, que no sabe cómo aliviar.
Es que su orgullo le ha impedido, sincerarse con alguien, un terapeuta, un amigo, un padre, un sacerdote, entonces su silencio, su forma de guardar todo dentro de su mente y espíritu y el que nunca haya podido confiar y consultar con nadie su problema, lo mantiene apartado, descontento, amargado, inseguro, frustrado...
Mantiene su secreto, porque teme que su "prestigio" se vea disminuido y que los demás se den cuenta que usted en realidad es un fiasco.
No quiere que nadie lo sepa, por un sentimiento de falso orgullo, pues en realidad, usted ya está desvalorizado frente a usted mismo.
Qué valor humano puede tener un ser que oculta sus errores y culpas, dando una falsa imagen de su persona, pretendiendo hacer creer que es muy correcto cuando en realidad, es todo lo contrario.
El camino a través del problema, es confesar su culpa, dejar bien claro que ha trasgredido, las reglas, que ha vivido en el engaño, la falta de honestidad, la falsedad, vendiendo de sí mismo una imagen errónea, equívoca, que nada tiene que ver con su identidad real.
Su confesión tal véz lo coloque en una posición desvalorizada, (la que hasta el momento le corresponde) el concepto que de usted tenía su entorno, familia, amigos, compañeros de trabajo, se vendrá abajo y quedarán todos absolutamente defraudados.
El resultado, será que al admitir su culpa, frente a sí mismo y frente a los demás, su falsa imagen se esfumará y dará lugar a su verdadera manera de ser y actuar.
Al admitir su culpa, su ego quedará herido, su auto-estima muy baja y las apariencias quedarán como lo que son: sólo apariencias, vanidad, espejismo,usted quiso dar una imagen que no se correspondía con su verdadera personalidad.
Pero como todo en la vida, se puede superar y corregir, usted, comprenderá que confesar fue su mejor opción y que ahora puede tratar de empezar un nuevo ciclo, con claridad mental, sinceridad primero consigo mismo, sin falso orgullo, sin venta ficticia de imagen.
Podrá empezar a ser usted mismo, sin la pesada carga de la culpa.
Si hay un arrepentimiento genuino, su corazón podrá ir recobrando la calma, verá que pronto, se sentirá más seguro y más conforme con su auténtica realidad.
Animo y siempre adelante, aprendiendo de los errores, con la verdad ante todo.
Si hay un arrepentimiento sincero, las culpas serán perdonadas.
Todo es ley de causa y efecto.
Júpiter en Sagitario, Saturno en Capricornio.
Significado de la Carta: comprensión del destino, la responsabilidad del terapeuta (sacerdote), el puente entre lo subjetivo y objetivo.
Problema: cargas en la conciencia un "peso" que se hace pesado llevar, quizás sólo sea cuestión de orgullo o tal vez de no aceptar responsabilidades, pero con seguridad se ha transformado en " la piedra en el zapato" que no te permite avanzar.
Deberás acudir por ayuda, dejar de lado los obstáculos y enfrentar tus culpas, tal vez no sean tan graves como aparecen, es sólo que lamentablemente el tiempo lo ha agrandado.
El arcano mayor El Sacerdote (Júpiter en Sagitario) es fundamental para que las cargas que conlleva Saturno se alivien.
Consejo: cualquiera haya sido el error cometido, el sentimiento de culpabilidad agrava aún más el asunto.
Comprende que admitir un error, humaniza y ennoblece a la vez, pues la falta cometida fue algo a lo que temes sus consecuencias.
Para ello: siéntate en la orilla del camino, saca fuerzas simplemente para buscar ayuda, será el empujón que necesitas para levantarte, la mano que te permitirá encontrar la forma de reconocer una equivocación y lo más importante de subsanarla, para luego... seguir caminando...
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