Es el signo de la sensibilidad.
El Canceriano nunca permanece indiferente ante la desgracia ajena y acude compasivamente a aliviarla.
Como es muy reservado, a quien no sea psicólogo le parecerá increíble que tras su aparente frialdad oculte un considerable caudal de generosidad.
Ocurre que todo en el parece a simple vista contradictorio por su tempermento "Lunático".
La razón apuntada le hace caer en estados depresivos, así como en bruscos cambios de estado de animo, el nativo de Cancer es "lunático" por antonomasia, y tiene justificada fama de caprichoso.
Replegado sobre si mismo, no gusta de la vida de sociedad, prefiriendo refugiarse en su casa.
Tal vez por eso le cueste tanto trascender a elevados niveles, manteniéndose casi siempre en un modesto anonimato.
En cargos donde se requiere sagacidad es, sin embargo, muy útil y eficiente.
Debido a sus temores e inseguridades en asuntos financieros, obtiene mejores resultados trabajando para otros que por cuenta propia.
Sus virtudes son muy recomendables: gran sentido del deber, honradez y lealtad a toda prueba.
Dificilmente llegue a amasar una fortuna, pero si a forjarse un posición en base a su perseverante esfuerzo.
Fuentes Consultadas
Manual del Astrólogo
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