Soldado romano que defendió su religión cristiana, hecho que lo llevó a soportar las peores torturas. Fue sacrificado hacia el año 303 en Lydda (actual Lod, Israel). Es conocido en el mundo como "el gran mártir", y se lo venera desde el siglo IV.
Santo sufrimiento
Según algunos autores nació hacia el año 280 en Siria, y según otros en Capadocia (Turquía). Sus padres, de acuerdo a la tradición, eran labradores y ricos; por lo que Jorge recibió una buena instrucción, además de una buena educación cristiana. En otras versiones de su historia, se dice que su padre era militar y que por ese motivo siguió sus pasos.
Jorge sirvió en el ejército romano, y logró ser nombrado capitán de la guardia del palacio que el emperador Diocleciano poseía en la ciudad de Nicomedia. A comienzos del siglo IV este mandatario adoptó ciertas medidas para eliminar del ejército de oriente todo lo referente al cristianismo, por lo que muchos soldados decidieron renunciar.
Se publicó en la ciudad de Nicomedia un edicto que ordenaba la demolición de las iglesias y la expulsión de todos los cristianos de las dignidades y cargos administrativos. Y así poco a poco se fueron haciendo cada vez más crueles represalias contra éstos, extendiéndose la persecución por toda Asia menor.
Indignado con esta tiranía, Jorge decidió defender públicamente su religión. Repartió sus bienes entre los pobres, y dio libertad a los pocos esclavos que a su servicio tenía. Defendió con una valentía poco vista la causa de los perseguidos ante el consejo de dignatarios y jefes militares convocado por Diocleciano, y afirmó a viva voz que su religión era única y verdadera, y que no se podía rendir culto a los ídolos.
Se presentó al emperador y declaró que era cristiano, éste sorprendido intentó convencerlo de adorar a los dioses, prometiéndole grandes distinciones y dignidades; y lo amenazó con durísimas penas si no realizaba ese mandato. Pero el capitán Jorge afirmó que él nunca dejaría de adorar a Cristo. Entonces el emperador le declaró la pena de muerte. A consecuencia Jorge sufrió el martirio: azotes, garfios de hierro que le arrancaban la carne, baños de cal viva, introducción en un tonel lleno de agudos clavos. éste sufrió todo sin emitir una sola queja, y contemplaba con admiración cómo se curaban milagrosamente sus heridas.
Luego el emperador pronunció la sentencia final. El Santo fue atado a un caballo y arrastrado así por las calles de la ciudad. Después fue decapitado. Su cuerpo se trasladó más tarde a Lydda, población de Tierra Santa, como, supuestamente, él había dispuesto.
Fuentes Consultadas
Mis Santos
Siguiente
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu Comentario