Cuando se llega a Cali siempre se menciona este lugar y cada quien se pregunta por el significado de las tres cruces, pues bien, en Cali todo era paz y alegría.
De pronto, algo malo empezó el ambiente se saturo de un fuerte olor a humo de azufre.
Para colmo de miedo, en las noches sin luna o cuando había tempestad, surgía en el cerro en donde hoy están las tres cruces, una gigantesca figura de murciélago, que danzaba entre las llamas y alrededor de el una ronda de negros que gritaba al compás de un ritmo desconocido.; lo cierto es que el sonsonete es muy propio de la costa y su protagonista es nada menos que Buziraco, expulsado del cerro de la Popa en Cartagena , por un monje exorcista,.
Pero no se fugo solo trajo su conjunto de cumbiamberas, almas de brujas y de herejes que no logro bautizar el apóstol de los negros San Pedro Claver.
Por aquellos días Cali se vio presa de muchas calamidades peste de viruelas, dengue y la lepra, bandadas de langostas consumieron las dehesas y todo el Valle del Cauca parecía un infierno . Alarmado el guardia del convento de San Joaquin ,Fray Fernando de Jesús cuero , solicito ayuda al gobierno Eclesiástico de Popayan ,y este le envío dos misioneros recién llegados a esa ciudad procedentes de Quito .Eran ellos Vicente y Juan Cuesta.Obedeciendo la orden legaron a Cali en 1837, predicaron unas misiones, subieron al cerro , clavaron en su cima tres cruces de guaduas e hicieron exorcismo para desterrar al Buziraco.Todo se calmo hasta el 24 de diciembre de 187, cuando la ciudad se envolvió en llamas hubo saqueos y desgueyos y una voz atronadora bizque se oyo en la montaña, anunciando que arrojaría tarde o temprano el cerro sobre Cali, En julio de 1925, la tierra tembló y se derrumbaron varios templos , las cruces de guadua se fueron al suelo pero el padre Marco Tulio Collazos las hizo de ferroconcreto y las inauguro el 6 de enero de 1937.
Esto lleno de soberbia al enemigo malo,tanto mas cuando a los cristianos les dio por hacer romerías al cerro en los días santos, pues el demonio aprovecho esto para incitar al vicio y la anarquía: repartió aguardiente a todo el mundo, llevo mujerzuelas, raponeros, degenerados sexuales y pirómanos ...tantos fueron los atracos, las violaciones, las muertes y heridos, tanto los incendios forestales que la arquidiócesis prohibió esta costumbre en pro de la moral caleña, pero el buziraco sigue haciendo de las suyas: la sangre morena hierve al escuchar un tambor se prende la parranda y la orgía se extiende por todo el burgo de don Juan Sebastián de Belalcazar solo se escuchan las alegres carcajadas del demonio, allá en la cima del cerro, celebrando sus fechorías.
Igualmente existen leyendas sobre personajes típicos que existieron en la ciudad, si tiene interés puede preguntar por Riverita y Jovita.
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