20 de diciembre de 2017

Hapi - Dioses Egipcios


Curiosamente, a pesar de la enorme importancia que el río Nilo tenía en Egipto, no fue personificado realmente con una deidad.
El dios Hapi no representa al Nilo en su totalidad, sino a sus crecidas, las inundaciones que traína consigo fertilidad y prosperidad, depositando nutrientes en las hambrientas tierras egipcias.
Es también el señor de los peces y las aves de las lagunas y pantanos, que ofrecía a las personas junto con las aguas del Nilo.

El dios estaba ligado a Nun, el océano primordial del que surgió.
Hapi es representado con frecuencia como un dios andrógino, con senos colgantes y vientre abultado, símbolo de abundancia y fertilidad, y por la misma razón se le atribuía un color verde.
En los Textos de las Pirámides se le conoce también como una fuerza destructora, pero que está a favor del faraón.
Durante las inundaciones recorría el Nilo con un séquito de dioses cocodrilo y diosas rana.

Hapi fue el objeto de un culto popular.
Fue adorado a todo lo largo del Nilo, y aunque no haya templos dedicados a él, su figura aparece en muchos templos al lado de otros dioses.
Fue tan venerado como Ra, e incluso llegó a tener más importancia que este dios solar.
El propio Ajnatón, quien quiso introducir un culto monoteísta, no se atrevió a borrar la presencia de Hapi, sino que aseguró que era una manifestación del dios único, Atón, el disco solar.

Se le hacían ofrendas, arrojando al Nilo alimentos, animales sacrificados, anmuletos y estatuillas para invocar el poder del río y asegurar una crecida abundante, sin la que los egipcios no podían vivir.
Se le pedía al dios que el Nilo no creciera demasiado, pues destruiría las casas edificadas con barro, y también se le rogaba que la crecida no fuera demasiado baja, pues Egipto padecería una terrible sequía.
En esta época del año se transportaban estatuas de Hapi de un pueblo a otro, para que la gente le rindiera culto.

    Los mitos cuentan que el dios habitaba entre las islas de Abu (Elefantina) y Ita-Rek (Filé), en la "caverna de Hapi" de la que provenían las aguas del Alto Egipto, mientras que las aguas del Delta manaban de la "caverna de Hapi" situadas al norte de Menfis.

Adorado tanto en el Alto como en el Bajo Egipto, se expresaba esa dualidad representándolo con estatuas gemelas, una coronado con el papiro, símbolo del Bajo Egipto, y otra coronado con el loto, representativa del Alto Egipto.
Ambas imágenes poseían un vaso del que manaba el agua.
Además tenía dos esposas, la diosa buitre Nejbet del Alto Reino y la diosa cobra Uadjet del Bajo Reino.

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