Me perdono a mi mismo, te perdono a ti y pido por una curación completa de los dos, de todos nosotros.
En todos los niveles de nuestro ser, en todos nuestros cinco sistemas corpóreos, para que yo nunca más sea afectado, distraído, retrasado por nuestras acciones o por nuestra interacción, ni tú por las mías.
Te Mantengo en la luz
Te Mantengo en el amor divino
Te Mantengo en el poder divino
Te Mantengo en la sabiduría divina
Llamo a la Tres Veces Doblada Llama del Amor, Poder y Sabiduría, y te libero dentro de ella.
Cualesquiera que sean las lecciones que los dos acordamos aprender el uno del otro durante esta vida, pido que las aprenda con alegría y rezo para que tú también las aprendas con alegría.
Ofrezco desde el fondo de mi corazón la Luz Blanca Pura para que te sane a ti y a mí.
Llamo a la Luz Blanca Pura de la presencia del Yo Soy El Que Yo Soy para que descienda sobre mi corazón y tu corazón, y te perdono por todos los momentos en los que me he sentido traicionado por ti.
Te perdono por todos los momentos en los que he estado herido por ti.
Te perdono por todos los momentos en los que mis emociones han sacado lo peor de mí como resultado de lo que has hecho.
Te perdono por todos los momentos en los que he tenido pensamientos de baja vibración y los he dirigido hacia ti.
Es más, me perdono a mi mismo por todos los bajos pensamientos que te he mandado.
Por todas las bajas emociones que he dirigido hacia ti.
Por todo el dolor físico que he deseado que sufras.
Por todos los pensamientos y acciones despectivas que he lanzado sobre ti en mi mente, corazón y a través de mi cuerpo.
Me perdono a mi mismo y pido que me perdones por todo lo que he causado.
Pido a nuestro favor en el nombre del Yo Soy El Que Yo Soy, en el nombre de Cristo Maitreya, nuestro maestro del mundo, y en el nombre de Sanat Kumara, nuestro logos planetario, que los dos seamos perdonados por toda la fricción, todo el dolor, todo el trauma, toda la distracción, todo el retraso y toda la separación que nos hemos causado el uno al otro y que hemos creado como realidad en la Tierra y fuera de la Tierra en todas las dimensiones de realidad.
Te agradezco de todo corazón el que me hayas escogido para enseñarme las más difíciles lecciones.
Las lecciones que no hubiese podido enfrentar o aprender de otro modo.
Te honro por haber escogido enseñarme esas lecciones y por haber acordado interpretar este papel tan importante en mi vida.
Me has amado con todo tu corazón.
Has estado dispuesto a interpretar este papel tan difícil y respeto cada momento de energía y tiempo que has puesto para nuestra interacción y nuestro enredo kármico.
Ahora ofrezco este enredo kármico ante Dios, ante nuestro Yo de Madre-Padre-Hijo e Hija, ante la Presencia del Yo Soy El Que Yo Soy, de nuestro propio Yo de Dios en forma.
Pido una purificación completa.
Pido una limpieza y pido por la liberación de todo lo que ha ocurrido entre nosotros, pasado, presente y futuro.
Cualquier cosa que suceda de este momento en adelante, lo ofrezco a través de las Tres Veces Doblada Llama del Amor Divino, Sabiduría Divina y Poder Divino a Dios.
Ya que en Dios somos uno y a la Unidad de Dios hemos de regresar.
Pido que pueda ver a Dios en ti y que te pueda ver a ti como a mi mismo.
Pido poder verme como merecedor de Dios, de ser uno con Dios, de encarnar a Dios de la mano contigo.
Ya que tú eres un reflejo de mi mismo.
Tú eres la parte externa de mí ser.
Lo que está dentro de ti, está dentro de mí.
Lo que está a tu alrededor, está a mí alrededor.
Mientras nos unimos y nos fusionamos en Unidad, cesa nuestra separación.
Y nuestra Unidad terminará con nuestras diferencias
Ya no habrá oscuridad alguna que penetre entre nosotros.
Te llevo en mi corazón.
Por tu corazón que late al ritmo del mismo Dios que yo soy.
Yo Soy El Que Yo Soy dentro de mi es la emanación del Yo Soy El Que Yo Soy dentro de ti.
En ese Yo Soy, te llevo en la Unidad con Dios y te agradezco por todos los actos sin importar su causa y la forma en la que se hayan interpretado para el desenvolvimiento en nuestra realidad compartida.
Le ofrezco a la Unidad esta cercanía que tenemos.
Ahora llamo a lo que sea la voluntad divina para ti y para mí.
Invoco, decreto y es mi intención que me acepto a mi mismo como merecedor de llevar la Unidad de Dios dentro de ti, Dios dentro de mí y Dios YO SOY, juntos sin estar separados desde este momento en adelante.
Pido esto en el nombre del Yo Soy El Que Yo Soy quien Yo Soy y tu eres.
Así es. Amén.
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