Saturno es el complemento de Júpiter.
Es la influencia que restringe o contrae; aquello que equilibra la expansión Jupiteriana.
Saturno, a diferencia de Júpiter, es serio, reservado o depresivo, rige la melancolía y tiene que ver con la limitación, frugalidad, economía, autoridad.
Tiene habilidad para aceptar las condiciones difíciles y trabajar con las limitaciones que nos da la vida.
La influencia de Saturno actúa más drásticamente cuando el individuo no puede limitar y concentrar sus propias energías, necesitando de un agente exterior que lo restrinja, sin que lo conozca o lo pueda controlar.
Saturno indica la capacidad del individuo para ser responsable y autodisciplinado; para organizar y conseguir objetivos de largo alcance.
Tiene que ver con la recompensa duradera como resultado del esfuerzo personal y de la responsabilidad. Saturno busca la perfección.
Es a través de este planeta –indicador de trabas, demoras, pesares, desilusiones y privaciones– que el hombre aprende que el propósito de la vida no es el placer sino ganar experiencia, paciencia, humildad, sabiduría y compasión.
Aunque la tradición lo llamó el “Maléfico Mayor”, hoy día se reconoce que cumple un rol más positivo.
Saturno nos enseña la propia realidad y este justamente puede ser nuestro problema.
La realidad es estructura y limitación; así es Saturno.
En este sentido, su poder es destructivo, no porque sea intrínsecamente destructivo, sino porque no sabemos manejar la energía de Saturno.
Su influencia es desapasionada, fría y concreta, echa por tierra las pretensiones y obliga a ser práctico y realista respecto de los más importantes intereses de la vida.
Aunque retarda y desanima, también perfecciona y hace madurar.
A través de la experiencia nos enseña las lecciones que uno necesita aprender, a fin de crecer.
Es sólo por las limitaciones del cuerpo físico y los desafíos de la vida material, que nosotros tenemos oportunidad de desarrollar las cualidades de trabajar duramente, ser ingeniosos y organizadores. Saturno nos prueba de tanto en tanto y nos muestra lo insensato que es engañarse a sí mismo, tomando el camino del escapismo o acercándose a la vida de un modo racionalista, tan típico de muchas personas.
El no permite pasar a una etapa más elevada, hasta que sus exigencias no hayan sido cumplidas.
La posición de Saturno en el horóscopo muestra el punto de mayor responsabilidad.
Los tránsitos de Saturno son como exámenes, nos obligan a concentrarnos y trabajar duramente, pero una vez que pasamos la prueba, la recompensa es duradera, de lo contrario, tendremos que hacer otra vez la dura experiencia, cuando Saturno haga otro contacto.
La casa por donde transita, generalmente se siente deprimida o sus asuntos pasan dificultades en algún sentido. Las pérdidas o restricciones son frecuentes.
Si Saturno está fuertemente ubicado en la carta natal, indica posibilidad de ascenso, riqueza y fama, pero si está afligido, el tránsito o progresión de Saturno reacciona con mucho egoísmo, bajeza o avaricia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu Comentario