Existen diversas fragancias vegetales que ayudan a reducir la ansiedad y los niveles de estrés.
El limón, la lavanda, el café, el jazmín y el laurel, entre otros, tienen efectos súper relajantes.
Cómo funcionan en nuestro cerebro y opciones caseras para obtener resultados al instante.
Un estudio científico publicado en la revista "Journal of Agricultural and Food Chemistry" demuestra que el olor a limón, a naranja, a albahaca, a mango, a lavanda, a canela y otras fragancias de origen vegetal modifican la actividad de los genes y la química sanguínea de tal modo que reducen los niveles de estrés.
Según cuentan el investigador Akio Nakamura y sus colegas japoneses, los humanos inhalamos los aromas de las plantas desde tiempos remotos para tratar de reducir la ansiedad, combatir las inflamaciones y la depresión, e inducir el sueño.
La mayoría de las sustancias empleadas con estos fines contiene linalool, un terpeno con un grupo alcohol cuya forma natural es común en muchas flores y plantas aromáticas.
Su olor floral con un toque mentolado le confirió cierto valor para su uso en productos aromáticos.
Presente en más de 200 plantas, a través del uso de ratas de laboratorio, Nakamura demostró que aspirar linalool reestablece los niveles elevados de neutrófilos y linfocitos que llevan al estrés a valores casi normales. Además, sus investigaciones revelan que inhalar esta sustancia reduce la actividad de más de 100 genes vinculados a la ansiedad y el nerviosismo.
De qué se Trata
En la aromaterapia contra el estrés se utilizan ciertos aceites esenciales que son extraídos de diversas hierbas, frutas, flores o raíces, que luego son calentados y, al evaporarse, emiten un aroma que ayuda a que el cuerpo se relaje y mejore el estado emocional y físico.
Otra técnica usada en esta terapia contra el estrés es la de hacer masajes con estos aceites esenciales aromáticos para favorecer la relajación.
Debido a que en estado puro suelen ser muy concentrados, se diluyen en agua o aceite, para evitar que al aplicaos sobre la piel puedan quemarla o dañarla.
Aunque su uso a través de las vías respiratorias no genera ningún tipo de riesgo.
¿Cómo funciona?
Las células olfativas están conectadas por prolongaciones nerviosas a nuestro cerebro.
El sentido del olfato es el que nos expone continuamente a todo tipo de fragancias ambientales, y permite que nuestro cerebro quede bajo la influencia de distintos aromas.
Así, es posible estimular y propiciar un beneficioso estado de relajación al olerlos.
Existen determinados perfumes que ayudan a liberar en el cerebro las substancias químicas que propician el estado "alpha".
Este nivel relajado de las ondas cerebrales bloquea la sobre dosis de adrenalina, principal causante de los estados de nerviosismo.
Así, determinadas esencias se convierten en aliadas naturales, económicas y sencillas con las que procurarnos un saludable estado mental y emocional, además de convertirse en un verdadero regalo para los sentidos.
Opción hogareña
Una manera fácil y rápida de beneficiarnos de estas fragancias es verter unas gotitas de alguno de los aceites en una bañera con agua caliente y sumergirnos en esta.
El aroma del aceite impregnará el vapor de agua y nos penetrará a través de las vías respiratorias para desplegar sus beneficiosos efectos terapéuticos.
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