Casada con Anfión, rey de Tebas, que construyó dicha ciudad con la magia de la música de su lira, que atraía los bloques de piedra y los movía a su vez.
Tuvo según unas fuentes 7 hijos y 7 hijas y según otras, 8 vástagos de cada género.
Níobe destacaba por su belleza pero también por su orgullo.
Y se jactó públicamente de su prole frente a Leto, la madre de los dioses Apolo y Diana (Sol y Luna, respectivamente).
"Tengo más hijos y mejores que la propia Leto, y mi esposo construyó solo Tebas..." La diosa se sintió afrentada y encargó a sus hijos una terrible venganza.
Entre nubes negras se aproximaron Apolo y su hermana Diana provistos de sendos arcos con flechas y emprendieron la matanza de los vástagos.
Uno a uno fueron cayendo muertos.
Níobe trató de esconder a sus hijas, y aun así, movida por la ira, levantó su cabeza al firmamento y espetó: "Leto, mi descendencia sigue siendo más grande que la tuya". Y entonces llegó Artemisa , y empezó a matar una a una a todas sus hijas. Cuando sólo le quedaba la menor Níobe imploró: "Dejadme al menos a ésta con vida, ¡a mi pequeña! ¡Clemencia!"
Y Artemisa disparó otra de sus letales flechas...
El Asesinato de Los Hijos de Niobe |
La sangre se le heló, convirtiéndose en una estatua de piedra.
(Según otra versión, la que apunta a que eran los hijos 16, sobrevivieron dos: un chico y una chica).
Un torbellino llevó a la pétrea e inerte Níobe a lo alto de una montaña... Y de su estatua en su cima brota desde entonces un manantial de lágrimas sin fin.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu Comentario